Tlaxcala, Tlax. La mención honorífica a Vanessa Alejandra Juárez Pizano en la entrega de la Presea Desiderio Hernández Xochitiotzin es un reconocimiento más que merecido por su lucha contra la violencia de niñas y mujeres.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) y la Fundación Desiderio Hernández Xochitiotzin realizaron la entrega de la Presea del Centenario del Nacimiento de Tlacuilo-Tlamatini Desiderio Hernández Xochitiotzin 2022-2023 a Isaías Bello Pérez.
Sin embargo, una de las tres menciones honoríficas fue para Alejandra Juárez Pizano, única mujer entre los artistas reconocidos.
Trayectoria e historia de vida
Alejandra Juárez Pizano nació y creció en Tlaxcala. No obstante, por un tiempo vivió en la ciudad de Puebla, para volver a pisar la tierra que la vio nacer.
Entre el cambio de Tlaxcala-Puebla, Alejandra estaba casada y vivió violencia por parte de su pareja, por lo que decidió denunciar en los dos estados, pues los hechos ocurrieron en ambos.
A partir de ese episodio de su vida, inició terapia psicológica con feministas en donde conoció los derechos humanos y en específico los de mujeres y niñas, a sus 33 años y notó que muchos de los derechos ya no los podía ejercer.
Tuvo introspecciones a su infancia y su historia de vida, sobre todo, las ideologías y costumbres que aprenden las niñas en su etapa de desarrollo como el amor romántico, la heterosexualidad obligatoria o la maternidad.
Alejandra Juárez Pizano sintió que toda la información sobre derechos de las mujeres y el feminismo estaban abordándola a una edad adulta que llegó a creer que era muy tarde.
Mientras imaginó cómo sería su vida si hubiera aprendido a cuestionar los estereotipos de belleza, la heterosexualidad o la maternidad.
Festival feminista para niñas, las sonrisas de Belém do Pará.
El proyecto Festival feminista para niñas activo desde abril de 2017, hizo que Alejandra Juárez Pizano recibiera la mención honorífica por la CEDH por su trabajo.
El festival surge de la convención Belém do Pará para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra niñas y mujeres. Propuesta latinoamericana pionera en hablar sobre la violencia contra niñas y mujeres.
Belém do Pará llegó a ella luego la denuncia y su proceso en distintas instancias de ambos estados, entre ellas el DIF de San Pablo del Monte y el Centro de Justicia para las Mujeres (CJM) de Puebla en los que le decían que no iba a proceder su caso.
«Que no le iban a hacer nada porque lo que hizo eran lesiones que se curaban en 15 días».
Y una abogada del mismo CJM la acercó a la convención y desde ahí hasta ahora Alejandra Juárez Pizano es fiel creyente de los estatutos de la misma.
«Sentí que había personas que sí me creían», Alejandra Juárez Pizano.
Junto al festival nació la idea de una niña títere con la ayuda de Sandra Reyes, titiritera poblana. La títere bocona, no tiene completo el brazo derecho, tiene una sonda de la boca al estómago por ingesta de sosa cáustica y es huérfana de madre.
Todas las características de la títere son la historia de vida de Alejandra Juárez Pizano, por lo que es primordial retomar este personaje para hablar con las infancias sobre la discriminación y la violencia.

De igual forma, la niña títere cuenta con vulva y clítoris para hablar sólo con las niñas y de manera presencial sobre la importancia de aprender que nadie puede tocarlas.
El festival es pionero a nivel nacional y ha inspirado a más proyectos a sumarse a la lucha contra la violencia a niñas y mujeres en Tlaxcala y otros sitios. Las actividades del festival se han realizado mayormente en Puebla, pero Alejandra pertenece a San Pablo del Monte.
Además del festival y la niña títere, Alejandra escribe -a veces con rima- «Historias feministas a ras de suelo», historias que coloca sobre la mesa temas como el trabajo de cuidados y la lucha de los derechos de las mujeres a lo largo de la historia.

Sobre su mención honorífica
Como constructora de la paz y defensora de los derechos de niñas y mujeres fue que Alejandra Juárez Pizano recibió la mención honorífica entre otros 3 varones.
Para el registro de la presea, fue propuesta por Gloria Flores Toledo, directora del Grupo Interdisciplinario para la Formación y el Apoyo Comunitario (GIFAC) A. C.
Alejandra, invita a más mujeres tlaxcaltecas a involucrar en las luchas sociales y que su trabajo, valentía, esfuerzo e historias lleguen a ser reconocidas a nivel estatal.
Así mismo, reconoce que detrás de esos 3 varones, hay mujeres apoyándolos, para que ellos puedan hacer arte, escribir, hacer investigación, pero a esas mujeres no se les va a reconocer nunca ese aporte.
Lucha y valentía de Alejandra Juárez Pizano
Cuando Alejandra Juárez Pizano denunció a su agresor, no tuvo un seguimiento pertinente de su carpeta y tampoco acceso a la justicia.
La carpeta «venció», mientras que las campañas naranjas tanto en la fiscalía como en la procuraduría siguen, aunque ignoren institucionalmente la violencia que sufren las mujeres.
Su lucha, es una lucha contra el estado, es visibilizar la omisión en la impartición de justicia, una lucha contra el patriarcado.
Luego de vivir violencia, Alejandra comenzó a acompañar -ocasionalmente y cuando le es posible- a mujeres que han vivido distintos tipos de violencia a denuncia, conociendo el proceso y reconociendo en lo que se «equivocó».
«Porque así lo manejan muchos abogados, ‘te equivocas a la hora de denunciar'».
De voz y acompañamiento de Alejandra, les ha enseñado una mejor estrategia para denunciar y que los procesos lleguen a mejores términos que el suyo. Y aunque en ocasiones las instituciones no hacen nada, la denuncia funciona como prueba en contra del agresor.
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