Tlaxcala. «Amsiedad» es probablemente una de las palabras más popular entre la generación millennial o generación “Y”, entendiendo que se consideran dentro de ésta a todas las personas nacidas entre 1981 y 1996. A ellos les sigue la Z, que son los nativos digitales, mismos que están familiarizados con el término y hasta a modo de meme existe una mascotita mediática conocida como “Chems”, un perrito de raza Shiba-inu que se popularizó por su expresiva forma de ser. Los migrantes digitales no se quedan atrás, también saben lo que es la amsiedad.
Hablar de problemas emocionales y mentales no es tan fácil como decir “me duele esto o me duele aquello” porque no existe un dolor físico que puedas señalar o describir. Es algo que está en el cerebro pero que se siente en el corazón. Difícil de explicar para quienes padecen de ansiedad -o amsiedad-, depresión, borderline, TDAH, u otros trastornos mentales.
Resulta que los trastornos mentales se caracterizan por “una alteración clínicamente significativa de la cognición, la regulación de las emociones o el comportamiento de un individuo”. Mismos que por lo general se asocian a la discapacidad del individuo para desarrollarse en otras áreas importantes.
Actualmente, en la búsqueda de sanaciones muchas personas se han abierto no solo a las terapias convencionales como psicológicas o psiquiátricas. Sino, que dicha apertura va más allá: desde medicina ancestral como temazcal; ayahuasca; peyote; cannabis; hongos, o hasta tarot terapéutico, angeloterapias, hipnosis, terapias astrológicas e incluso el uso de aceites esenciales como una herramienta más de la sanación.
Los índices a raíz del Covid-19
La pandemia por Covid-19 desató la incertidumbre e hizo explotar la necesidad del mundo entero por cuidar su salud mental. El trabajo en línea, la enseñanza en casa, el contacto cero con el exterior, la vida digital, sacó muchos demonios. Demonios que hasta ahora siguen costando reflejados en problemas de depresión y ansiedad.
El doctor Enrique Chávez-León, de la Universidad Anáhuac México en su artículo Los estragos psicológicos por la pandemia por COVID-19, señala que las personas que tuvieron coronavirus tienen un riesgo alto de desarrollar ansiedad y depresión. Después de un mes de la infección del 31% al 38% de los pacientes desarrollan síntomas de depresión; del 22% al 24% síntomas de ansiedad; y el 20% comienzan a generar trastornos obsesivos compulsivos.
Querer sanar de amsiedad y muchas cosas más…
En entrevista con Juan Pablo Cortés, psicólogo clínico con especialidad en hipnoterapia, que combina su trabajo con el tarot y la astrología, señaló que el conjunto de lo científico con lo no científico no está peleado. Sino que se trata de un acompañamiento integral que muchas veces es solicitado por los mismos pacientes, y que abonan al desarrollo del empoderamiento en en lo que concierne a este la cualidad creadora que cada individuo tiene por propia experiencia y realidad.
“La terapia que yo trabajo es una terapia holística en un sentido filosófico existencial más que mágico místico, digamos que incluye e integra un poco de todas las escuelas o corrientes de psicoterapia y va un poco más allá en el sentido de que integra también elementos que no son precisamente de calidad científica, pero que son bastante aprovechables y nutritivos como el tarot y la astrología”.
Cortés integra las herramientas de autoconocimiento hacia una visión más amplia, “La situación a trabajar generalmente se cree que son cosas en el afuera, en la realidad, en la otra persona, pero en realidad generalmente la causa real de todos los problemas van más bien como hacia adentro, van más bien con el pensamiento, con la perspectiva, con los acuerdos inconscientes”. Por lo que a través de la hipnosis trabaja para favorecer el nivel inconsciente de sus pacientes.
En cuanto al tarot y la astrología lo realiza solamente con pacientes que expresan apertura, y básicamente las lecturas van a manera de plática y de acuerdo a la problemática de cada consultado. Asimismo considera que estas ramas son herramientas de autoconocimiento, a la suma de visiones, de referencias parciales desde donde el individuo se construye, y crea una realidad o una verdad mucho más completa de sí mismo.
Aunque estas alternativas terapéuticas son consideradas pseudocientíficas por la academia, Cortés señala que dentro de su perspectiva cree que no todo lo que no está científicamente comprobado es inútil. “La astrología y el tarot son elementos que han existido desde hace mucho tiempo y que han sobrevivido al paso de la evolución, porque en ellas existe sabiduría muy profunda que es aprovechable y nutritiva”.
Por lo que generar este tipo de terapias integrales a los pacientes con abertura les ha dado resultados con mucho mayor impacto y alcance de sus intenciones de transformar su experiencia a una más agradable.
¿Por qué motivos acuden a este tipo de terapias?
Las principales causas por las cuales se solicitaba terapia durante la pandemia y hasta el momento son por problemas de pareja, ansiedad, adicciones, duelos y baja autoestima.
Cortés aplica aproximadamente de 12 a 15 sesiones en el cual se van desarrollando herramientas psicoemocionales y espirituales. La decisión de la integración de las segundas depende del interés de los pacientes. Así mismo considera importante expandir el autoconocimiento a través de herramientas como películas, documentales y libros.
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