Tlaxcala, Tlax. El 22 de marzo en conmemoración del Día Mundial del Agua; el Centro “Fray Julián Garcés” Derechos Humanos y Desarrollo Local, extendió su preocupación e indignación ante la constante falta de atención real a la contaminación del Río Atoyac y sus impactos en la población.
Realizaron un video, en donde se muestran testimonios de personas de la tercera edad que fueron testigos de la vida que en su momento tuvo el Río Atoyac; pero también han sido testigos del daño y falta de atención que se ha tenido al Río y en consecuencia las enfermedades que ha desatado la explotación del fluir de químicos dentro del Río.
¿Cómo era antes el Río Atoyac, y cómo está ahora?
En el video se muestran los testimonios de 5 personas en las que se repiten diversas constantes. Se hace referencia a que en años pasados era un Río en el que se podía pasar ratos amenos con la familia, incluso pescaban algunos seres que habitaban en el agua; se habla de la diversidad de especies acuáticas, especies que actualmente se encuentran en peligro de extinción o incluso ya se han extinto.
Sin embargo, con el paso del tiempo la contaminación ha hecho de las suyas, las fábricas se han apoderado del Río; para liberar desechos químicos y esto como resultado ha hecho inhabitable al Río Atoyac. Aún peor la contaminación a este Río a traído a la población diversas enfermedades; por ejemplo, el cáncer de estómago, enfermedades del colon, incluso enfermedades respiratorias para los lugareños cercanos.
Derecho humano al agua, vulnerado en Tlaxcala
El Día Mundial del Agua, que se conmemora cada año desde 1993 luego de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo celebrada en Río de Janeiro en 1992, hace presente la importancia del cuidado del agua, reivindicando los derechos emitidos en la Resolución de Naciones Unidas del 28 de julio de 2010 donde la Asamblea General “Reconoce que el derecho al agua potable y el saneamiento es un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos”.
Este derecho, sin embargo, es evidentemente vulnerado en Tlaxcala. En la cuenca Atoyac-Zahuapan se vive una crisis ambiental y de salud ocasionada por más de 50 años de industrialización y urbanización indiscriminadas.
El entorno y nuestros ríos dejaron de ser aptos para una vida ambientalmente plena y ocasionaron una crisis de salud que ha afectado a todas las comunidades.