Por: Edilberto Mendieta García.
Miembro de la Sociedad de Historia, Educación y Cultura de Tlaxcala y de la Sociedad de Geografía, Historia, Estadística y Literatura de Tlaxcala.
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En alguna ocasión fui a cierto restaurante de prestigio de la ciudad de Tlaxcala a una reunión, me dieron la carta para pedir alguna comida, y entre el menú, observé que decía “tlatlapas”, con un precio relativamente alto, o al menos eso lo consideré así. Y no es que no merezcan venderse “caro” al público en general, sino porque recordaba a mis abuelas que decían que era una comida del pueblo que podía ser consumida en general.
Este manjar lo conocí en la casa de mi abuelita Paulina Hernández Pérez, su esposo le gustaba comerlas. Confieso que nunca pregunté qué quería decir tlatlapas, revisando el Vocabulario en Lengua castellana/mexicana y mexicana/castellana de fray Alonso de Molina, existe el verbo náhuatl tlapalli: color para pintar o cosa teñida (2001:130 a), entonces tlatlapa puede entenderse como “algo muy colorido”. El Diccionario Larousse Cocina menciona que provienen de la palabra náhuatl tlapana que significa “quebrar”, el Vocabulario de Molina escribe este verbo como tlapani (2001:131 a), y por tanto tlatlapa se comprende como “lo muy quebrado”. Quizá esta última acepción sea la más correcta en el sentido de cómo es preparado uno de sus ingredientes principales, aunque los colores aparecen en dicha preparación.
En la historia de la comida mexicana, llena de colorido y matices, saber el origen de las tlatlapas es muy difícil saberlo. Al menos, cronistas como Toribio de Benavente Motolinía o Bernardino de Sahagún, quienes describieron costumbres de los indígenas de la Nueva España, no he localizado en sus escritos alguna mención de esta comida, mucho menos en Diego Muñoz Camargo. Por lo que me permitiré recordar aquellas anécdotas de Paulina Hernández Pérez, para apenas dar un esbozo de esta comida. Las tlatlapas ya eran consumidas en pueblos como San Andrés Cuamilpa, San Diego Metepec o San Lucas Cuauhtelulpan, que no quiere decir que en otros sitios no se prepararon, puesto que el Diccionario Larousse y Escenarios Tlx (2019) ya han mencionado que es un alimento conocido en estados como Puebla e Hidalgo. Según mi abuela, sus abuelos ya comían este alimento, quienes nacieron a finales del siglo XIX, por lo que las tlatlapas eran conocidas desde esa época. No sería exagerado establecer que eran mucho más antiguas. Por su método de preparación, utilizando olla, comal, metate y metlapil, hasta se antoja pensar que es una comida de fuertes orígenes prehispánicos, o al menos, nacida en los primeros años coloniales.
Sobre las costumbres al preparar Tlatlapas
La gente de San Andrés Cuamilpa, San Diego Metepec o San Lucas Cuauhtelulpan, en ese tiempo, eran agricultores en su mayoría, cosechaban en sus terrenos el llamado frijol amarillo, el cual es muy endémico del centro sur del Estado de Tlaxcala. Mi abuela, lavaba las leguminosas y las tostaba en el comal de barro, evitando se quemaran; después los frijoles eran molidos en el metate y el metlapil hasta quebrarlos, (tlapani) hasta convertirlos en polvo. Después la señora Paulina tomaba unos chiles secos para molerlos, según Yolanda Ramos Galicia (2003:77) pueden ser chiles guajillos, una vez más los instrumentos de molienda prehispánicos hicieron su trabajo. A mucha gente le gustaban las tlatlapas picosas. En una olla de barro, con agua a fuego medio, se vertían el polvo de frijol y posteriormente el chile, se movía lentamente, evitando que se pegue, agregando sal, nopalitos (previamente hervidos y cortados) y epazote. Se servían calientes las tlatlapas, en cajetes o platos, acompañadas de tortillas y un vaso de pulque o agua cristalina. ¡Qué ricas son!
Sean estas ideas tan breves, las que den una sencilla idea de una comida tan tlaxcalteca, con probables raíces tan antiguas, y que exhiben una muestra más de la cultura mexicana. Cuyo sabor y tradición, degustan los paladares, hasta los más exigentes. Quizá por esto los restaurantes en la actualidad preparan esta comida tan típica de los pueblos para que el turismo lo pruebe y se adentren a los deliciosos misterios culinarios tlaxcaltecas. Por mi parte, yo las seguiré probando en la casa de mis familiares.
Bibliografía
Diccionario Larousse Cocina. “Tlalapas o Tlatlapas”. Disponible en: https://laroussecocina.mx/palabra/tlalapa-o-tlatlapas/
Escenarios Tlx (18 septiembre 2019). “6 datos interesantes de las «tlatlapas» una sopa prehispánica muy de Tlaxcala”. Disponible en: https://escenariotlx.com/6-datos-interesantes-de-las-tlatlapas-una-sopa-prehispanica-muy-de-tlaxcala/
Ramos Galicia, Yolanda (2003). “Tlatlapas. Tlaxcala”. En Arqueología Mexicana, edición especial núm. 12. México: Raíces.