A la fecha 62 de las 128 plantas tratadoras de aguas residuales que existen en la entidad operan de forma regular en el Estado, limpiando más de 158 mil litros de agua por segundo, de estas solo 9 están cargo de la Coordinación General de Ecología y de la comisión Estatal de Agua, pero ¿Sabes cómo funcionan?
Antes del 2001 en Tlaxcala solo operaban 12 plantas tratadoras, sin embargo a partir del 2012 se creó una política pública en relación a la recuperación de la infraestructura de las plantas tratadoras, logrando recuperar 61 plantas a la fecha, siendo la mayoría propiedad de empresas de la iniciativa privada y para usos industriales.
Sin embargo existen las que están a cargo de instituciones públicas y que sus usos son para el desarrollo social y ecológico del Estado, así como para el saneamiento del agua de los causes de agua en Tlaxcala.
La comisión Estatal de Agua (CEAT) está a cargo de nueve plantas tratadoras, mismas que están ubicados en los municipios de Tlaxcala, Tlatempan, Ixtacuixtla, Apizaco, Tlaxco, Huamantla y Tetla de la Solidaridad.
El total de las plantas tratadoras del Estado funcionales operan bajo la norma 01 de la Comisión Nacional de Agua (CONAGUA) esto relacionado a los procesos biológicos con distintos sistemas biológicos, además de procesos como el de las lagunas mecánicamente aireadas y el de reactor anaerobio.
El proceso de una planta tratadora de agua en general trataba de la misma forma en todas las regiones del país, empieza tomando el agua del canal de descarga, para posteriormente ser bombeada a unas unidades que se llaman rejillas. Las rejillas lo que hacen es detener cualquier cosa grande: piedra, trapo, etc.; después pasa a un tanque de compensación cuya función es, básicamente, almacenar el agua.
Posteriormente se bombea el agua almacenada que ya cumplió el primer proceso, después se comienza con un sedimentador primario que remueve la materia primaria que se sedimenta al fondo, toda la materia que se pueda sedimentar se queda ahí y el agua pasa a las unidades de remoción de materia orgánica y nitrógeno.
Esta remoción se realiza por procesos biológicos: se crea una cultura de microorganismos y bacterias que remueven la materia orgánica que viene en las aguas negras, durante el proceso se va aumentando el número de bacterias, para remover más materia orgánica.
Al final ese proceso tenemos una gran cantidad de bacterias que también deben ser removida, el siguiente proceso es pasar el agua por un equipo denominado sedimentador secundario que sedimenta a las bacterias y hace que se remuevan.
Después de eso, el agua ya cumplió con las características de un proceso de agua residual y puede ser utilizada para diferentes acciones aunque la mayoría se regresa al canal al ser una limpieza primaria, hasta este punto se han eliminado casi el 85% de los contaminantes de las aguas residuales.
Para tratamientos avanzados será necesario remover los nutrientes que permiten el crecimiento de algas y lirios, entre ellos, el fósforo y amoniaco, y se logra mediante la Filtración y la Desinfección.
Los últimos procesos para propósitos de consumo humanos se realiza una filtración que se hace con materiales granulares de diversos tipos como arena fina y carbón, seguido por la desinfección que es etapa final en la que se utilizan químicos como el cloro y luces especiales.