Contla, Tlax. Carolina Muñoz Rodríguez es una mujer indígena nahua. Originaria de la comunidad de San Felipe Cuauhtenco, Contla de Juan Cuamatzi. Es Ingeniera Agrónoma y se ha ido encaminando a las ciencias sociales.
Tanto su abuela materna como paterna hablaban náhuatl, gracias a una de ellas aprendió la lengua. Carolina nos cuenta que cuando iba en secundaria, le decían que el hablar náhuatl no tenía valor. Fue ese un momento clave para que ahora ella esté dando promoción y revitalización de su lengua. Actualmente, y gracias a sus experiencias laborales tiene en claro que el náhuatl permite conocer otros contextos y significados.
“No hay que superponer los conocimientos que se adquieren de la academia sobre los conocimientos locales”.
Su comunidad de origen se encuentra en las faldas nororientales de la Malinche. Para Carolina, ser mujer nahua es una forma de ver la vida. “Nuestro paisaje principal siempre va a ser la Matlalcueyetl. Los pueblos nahuas estamos alrededor de ella. También está el pueblo Yuhmu u otomí de Ixtenco. Nuestra vida está asociada a ella, al maíz, al monte, a las lluvias, al viento, a lo que técnicamente se le llama clima. Toda nuestra cosmovisión se relaciona con la naturaleza, con los ciclos de vida, incluyendo la muerte. Es una forma de percibir el mundo como nahua”.
Para ella es importante dar visibilidad a su comunidad. La cual es parte de su identidad como mujer nahua. Afirma que la cultura no solo es el folclor o sus trajes, sino un todo. “El verdadero valor de cada municipio que está intentando representar su cultura no está en su plaza sino en el día a día de su comunidad. En los festejos de sus fiestas patronales, de sus cofradías, de las mayordomías mismas, de los alimentos, del conocimiento de plantas medicinales”.
Nos cuenta que el diálogo intergeneracional, de saberes y el respeto a nuestro pasado es parte importante para el reconocimiento de nuestras comunidades indígenas. Asimismo menciona que distinguir las necesidades de los pueblos originarios y la importancia de la lengua en el aspecto educativo es un gran paso para seguir preservando la diversidad cultural en el estado.
“En Tlaxcala, efectivamente conviven dos formas distintas de ver el mundo. La de herencia colonial y la prehispánica. C reo que como nahuas debemos promover la revaloración de lo que somos. El respeto y valoración a la diferencia son las bases para la construcción de un Tlaxcala intercultural”.