Tlaxcala, Tlax. Imagina que ya te acabaste la quincena y que mágicamente tu crush te dice que salgan a dar la vuelta al centro. Abres tu cartera y tienes 200 pesitos exactos. Te pagan hasta mañana. ¿Decirle que NO, no es opción cuando mueres por esa cita? Tal vez la razón te dice que le digas que mejor mañana o pasado, pero tú quieres verle hoy.
Pues aquí te ideamos un plan con 200 pesitos incluyendo pasaje, comida y postre.
La combi
Si no cuentas con vehículo, supongamos que se citan en el paradero de combi que a ambos les quede mejor. Si corres suerte, el señor chofer te cobrará 8 pesos por cada uno, sino 9 o 10, depende ahora hasta el humor del que maneja. Dejémoslo en 9, entonces considera 18 pesitos de ida y 18 de regreso. Tenemos 164 pesotes para lo mero bueno.
El paseo
Después de una bella caminata por las calles de Tlaxcala, paseando por artesanías, San José, la Plaza de la Constitución -unas dos vueltas platicando de la vida-, se te ocurre que no hay nada más romántico que un helado. El precio de los helados de este espacio oscilan en los $20 pesos. Uno para cada uno. Tu persona quiso una nieve con chamoy y tu un helado de chocolate. Ahora tienes $124 pesos para lo que sigue.
La comida, lúcete aún tiene pesitos para gastar
Bueno, el helado abrió el apetito y los puestos de hamburguesas, choripanes, esquites, dorilocos y papás ya están listos a un costado de la Plaza Xicohténcatl. Un hot dog sencillo en esa zona está en 30 pesitos, uno especial entre los $40 y $50. La anvorguesa sencilla te sale en $50 pesitos y la hawaiana en $60.
Además puedes encontrar dorilocos a $50 peso; papas fritas a $35; papas locas a $40; salchipulpos en $60; papas a la francesa en $45; y plátanos fritos en $45.
Entonces supongamos que tu persona en cuestión elige una hamburguesa sencilla y tú un jocho sencillo. Para compartir apuestan por unas papas fritas y le quitas el quesito que le quede de la comisura de la boca -el momento más romántico-. Son $125 pesitos.
¡Que viva el amor!
Después de comer y platicar, de limpiarse la catsup con el dedo índice y debatir el nivel del picor del aderezo de habanero tras una enchilada monumental en la que hasta el moco se te salió; ya no hay barreras, te has mostrado en un estado natural que hace que a tu crush le parezcas “tiernx”.
Entonces juntxs caminando de regreso a la parada te toma de la mano y sonríe, no dicen más. Las calles del centro de Tlaxcala son testigos de la certidumbre del probable amor. suben a la combi y se ríen de la señora que va contando a todo volumen su vida privada a otra. Se miran a los ojos y cómplices sonríen de la plática, pero también es juego de coqueteo.
Al bajar, tu crush agarra camino no sin antes darte un largo abrazo. Tú sigues el tuyo, caminando sobre nubes – hace mucho no sentías esto-. Sonríes, sonríes a la señora de la tienda que se encuentra afuera de su local, al de la ferretería, la quesadillera. Llegas a tu casa, te pones tu pijama, lavas tus dientes. Te echas a tu cama. Todo lo hiciste en automático, como flotando, feliz. Te quedas dormidx, con la paz del amor y la paz de que al otro día es quincena. Además te sobraron 9 pesos para mañana el pasaje a la chamba.
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