Tlaxcala. En días pasados, en medios de comunicación se difundió información respecto a que el “Consejo Estatal contra la Trata de Personas con Fines de Explotación Sexual de Niñas y Mujeres aprobó las acciones propuestas por el Grupo de Prevención que consisten en la impartición de un curso a servidores públicos de los 60 municipios; creación de un directorio e instituciones, organismos y dependencias; y la elaboración de campañas de concientización”.
Desde hace mucho, hemos insistido que la prevención no puede estar reducida a la capacitación de las y los funcionarios y en la difusión de información hacia los sectores afectados, ante múltiples problemáticas hemos visto que esas estrategias no llevan a transformar las problemáticas, por tanto, no debería desperdiciarse así los recursos e insistir una y otra vez en cometer los mismos errores.
El pasado 8 de septiembre del presente año, se publicó en el periódico oficial del estado de Tlaxcala el Programa Estatal contra la Trata de Personas con Fines de Explotación Sexual en Niñas y Mujeres 2022-2027.
Este documento, tiene el objetivo de definir “…la política y estrategia estatal frente a los delitos en materia de trata de personas”, como lo establece en el artículo 44 de la Ley en materia de trata de personas en Tlaxcala.
El Programa estatal, tiene 4 ejes de acción y en el eje de Prevención se estableció como objetivo general: “Contribuir en la desestructuración y disminución de las causas sociales que originan la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual”, para ello, se planteó lograr 7 objetivos específicos, esto significa que el Grupo de Prevención debe basarse en el Programa estatal y no realizar acciones aisladas.
Por otra parte, es importante recordar que, desde el mes de mayo del presente año, entregamos junto con grupos de pastoral, una Agenda de acciones frente a la violencia y la trata de mujeres y niñas a Institutos Municipales de la Mujer en 12 Ayuntamientos, en los cuales, señalaron que las dificultades que se enfrentan para desempeñar sus facultades son: contar con pocos recursos económicos, son pocas personas, no tienen espacios adecuados para dialogar con las víctimas de violencia, identificamos que tienen desconocimiento de sus facultades, que las dependencias estatales están saturadas para apoyarles, que los materiales que les proporcionan son pocos para la población en sus municipios y la falta de comprensión de las problemáticas.
Ahora que el Secretario de Gobierno refiere que se dará capacitación a los servidores públicos de los 60 municipios, tendrá que analizar sí hay condiciones en los ayuntamientos para poner en práctica la capacitación que les proporcionen, si serán suficientes 10 horas para comprender la problemática de la trata de mujeres y niñas con fines sexuales, si se dejarán de tener construcciones que justifiquen la violencia hacia las mujeres y dejen de ver como normal el consumo de prostitución.
Evaluar el proceso de prevención no puede estar basado en el número de talleres dados o en listas de funcionarios/as que asistieron, la evaluación debe realizarse en al menos dos sentidos: 1) Mejora en el proceso de prevención a nivel municipal y 2) Aumento del rechazo de la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual por parte de los pobladores de los 60 municipios.
Ya en anteriores administraciones, en las que se ha invertido muchos recursos en capacitación a funcionarios y funcionarias públicas, se ha demostrado que la capacitación no es sinónimo de sensibilización, ni mejora las acciones que les corresponde para atender la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual y tampoco el hecho de difundir información de la trata de mujeres y niñas con fines de explotación implica que se cambien las creencias e ideas masculinas-patriarcales que sostienen la demanda de mujeres para la explotación sexual, ni la construcción de la masculinidad explotadora.
Por lo anterior, desde la sociedad civil, basados en una experiencia de varios años, planteamos que es necesario reconocer a la prevención como un proceso educativo de largo plazo que eduque a los niños y adolescentes para que rechacen esa cultura que los construye como hombres violentos y consumidores, también, es necesario un proceso que reeduque a los jóvenes y hombres adultos para que, a través de la toma de consciencia, dejen de demandar mujeres víctimas de trata.
Los principales retos del Grupo de prevención del Consejo Estatal, son el asumir con responsabilidad el compromiso establecido en el Programa estatal y especialmente entender que la prevención no es capacitación aislada ni difusión de información, sino un proceso educativo.
Marisol Flores Garcia
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