Tlaxcala, Tlax. El 20% de los embarazos en el Estado son en mujeres adolescentes de entre 12 y 19 años, con un total de 3,600 embarazos durante el 2018, mientras que para el primer trimestre del 2019 la tendencia es muy similar con más de 900 embarazos registrados; por lo que de seguir las cifras así, a fin de año estarán concluyendo con los mismos números de 2018, esto según datos del Consejo Estatal de Población (COESPO).
Por su parte el Secretario de Salud en Tlaxcala, Alberto Jonguitud Falcón, informó que en lo que va del año por lo menos el 20% de los casos de embarazos atendidos son de menores de 16 años, haciendo mención del problema que representa para el Estado y el país, «ya que un embarazo a temprana edad representa un alto índice de complicaciones para la madre y él bebe», comentó.
Según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), los principales riesgos a los que se enfrenta una madre adolescente, es desarrollar enfermedades como: hipertensión, endema (hinchazón causada por la acumulación anormal de líquidos en el cuerpo) y proteinurio (presencia excesiva de proteína en la orina) durante el embarazo y el parto; así como hemorragia obstétrica y enfermedad del sistema respiratoria, condiciones que podrían provocar la muerte de madres e hijo.
Dentro de los municipios con más embarazos en adolescentes según la COESPO se encuentra: Apizaco, Huamantla, San Pablo del Monte, Tlaxco, Ixtacuixtla, Calpulalpan y Tlaxcala, todos con un promedio de 200 a 500 recién nacidos por trimestre durante 2018 y lo que va de 2019.
Mientras que los municipios con menos registro de madres adolescentes son: San Damián Texoloc, Emiliano Zapata, Tecopilco, Axocomanitla, Santa Apolonia Teacalco, Muñoz de Domingo Arenas y Zacualpan, todos con menos de 20 madres adolescentes por trimestre.
El gobierno Estatal a través del COESPO, SESA, SEPE, el Grupo Estatal Para la Prevención del Embarazo Adolescente, han realizado campañas conformadas por pláticas, talleres, conferencias tanto a niños y niñas, adolescentes y padres de familia, con el objetivo de disminuir los embarazos en jóvenes adolescentes, aunque los datos reflejan el poco alcance que se ha tenido con estas acciones ya que la disminución es casi nula.