Tlaxcala, Tlax. Durante la tercera transmisión en vivo para suscriptores de Escenario Tlaxcala, el economista Ulises Tamayo habló del crecimiento estatal desde una perspectiva antropológica; pues desde los 70 en adelante comenzaron a surgir otra clase de discursos que critican la visión que se tiene del crecimiento, que no sólo se refiere al económico, sino, existen otros como el ecológico o el desarrollo humano.
Aclaró que no necesariamente un país o un territorio con alto índice de crecimiento también posee un alto índice de desarrollo humano, “Yo propondría pensar a Tlaxcala desde esa visión crítica, ciertamente los niveles de crecimiento no son sorprendentes o maravillosos, pero por otro lado el Estado tiene uno de los indicies más bajos de desigualdad en el país, según el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal del INEGI, no es como que las cifras nos den un ambiente negativo, también las cifras sobre industrialización son muy buenas, a mi lo que me gustaría pensar en que más bien nosotros como tlaxcaltecas, qué tipo de desarrollo queremos, porque pudiera ser que interpretemos que estamos subdesarrollados en relación a Puebla, México, Querétaro, pero vemos el índice de desarrollo humano de esas tres, quizá el que sale más o menos bien parado es Ciudad de México; Puebla tiene unos de los niveles de desigualdad más altos del país, además de que los tres poseen altos índices de inseguridad”.
Tlaxcala, es el estado número tres con menor inseguridad, por lo que Tamayo cuestionó qué tipo de desarrollo quiere la gente; si quieren parecerse a esas imágenes que se proponen como desarrollo o si es más viable un desarrollo comunitario distinto a otros estados.
Asimismo, comentó que en el Estado ha habido una reestructuración económica, ha sufrido configuraciones en la últimas décadas, sobre todo la primera mitad del siglo XX. Originalmente Tlaxcala era fundamentalmente un territorio agrícola; durante los años 60 comenzó la tendencia hacia otros sectores como el secundario y el terciario, inclinándose más hacia los servicios o la industrialización, pero en realidad nunca en su totalidad se convirtió en una economía de servicios; “Lo que está sucediendo ahora es muy interesante, incluso en las cifras en el INEGI se puede ver que hay una especie de degradación, entonces los sectores que están creciendo son servicios y la manufactura industrial”.
Destacó la importancia del trabajo en la descolonización del pensamiento, esto, en relación la reciente conmemoración de los 500 años de la conquista, “Yo creo que tenemos un trabajo muy grande en torno a ello, porque muchas estructuras coloniales todavía siguen en pie, por ejemplo, esta cuestión de un desarrollo enfocado, basado en la visión de progreso, es una visión de las élites tlaxcaltecas que son élites blancas, y no me refiero a blancas en relación al tono de la piel sino la posición existencial que ocupan”, lo que desvaloriza el sustento material así como cultural de nuestro territorio, pues Tlaxcala es fundamentalmente un territorio indígena; “un poco la palabra mestizo ha funcionado para ocultar el hecho de que probablemente nosotros somos nahuas y otomíes , en cierto sentido tenemos una cultura que ha sido impuesta en detenimiento de otra, la cuestión sería plantearse la descolonización de las estructuras sociales, donde el lugar que ocupen nuestros pueblos originarios y los pueblos existentes en Tlaxcala pudiera ofrecernos alternativas, por ejemplo, es evidente la forma en la que están organizados nuestros pueblos, que los efectos ecológicos de su reproducción socio-cultural no son tan brutales como los efectos ecológicos en la visión del desarrollo moderno, entonces sería una cuestión importante empezar a revalorizar eso, pero parte de una descolonización del pensamiento de las estructuras políticas y sobre todo parte desde el mismo momento en que nos lo planteamos como posible, porque si ni siquiera está en nuestro horizonte nunca llegaremos ahí”.
Por ultimo señaló que desde las políticas públicas se plantea la expansión del sector industrial, el cual depende de los avances en productividad, donde resalta la tecnológica, por lo que tienden a dejar de lado la mano de obra, entonces la tendencia va hacia que cada vez la mano de obra que se necesita sea menor, teniendo como consecuencia sólo la expansión del sector industrial que a largo plazo tendrá una masa de desempleados que no se podrán absorber, “Es importante pensar desde la cuestión material que sería la producción de la vida de nuestros pueblos, pensar lo que esa vida necesita, y en cierto sentido si vamos a necesitar ese sector industrial”.
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