Yauhquemehcan, Tlaxcala.- La presión comunitaria logró detener la construcción de casas en Atlihuetzia, algo que rara vez ocurre cuando las decisiones se toman sin consultar a quienes habitan el territorio. Y no es cuestión de frenar las construcciones, sino de defender el agua, el cerro, la vida cotidiana; porque también existen alternativas con una planeación urbana que no excluye a las comunidades.
Según el testimonio de la arquitecta Ivonne Bagnis, la comunidad de Atlihuetzia logró -mediante asambleas, recorridos vecinales y exigencias ante el Ayuntamiento- parar la construcción de un conjunto de torres donde se pretendía albergar 270 departamentos así como la suspensión de un fraccionamiento donde se pretendía letificar 15 casas en un predio de 40000 metros en el Barrio del Cerro de Tepenacasco donde, dicha zona es de uso de suelo agropecuario y solamente se permiten lotes de 2000 m2 y el coeficiente de ocupación es del 30 por ciento del terreno, quedando el 70 por ciento del lote sin construir para que se puedan resarcir los mantos freáticos.
Esto sucedió durante el año 2023, donde el Comité del Agua de Atlihuetzian consideró no otorgarles la factibilidad del agua ya que no cumplían con lo establecido en el Plan Parcial de ordenamiento de Atlihuetzian además de que en el cerro sólo se surte por tandeo de dos días a la semana por dos horas. Por lo que, otorgarle las tomas iría en detrimento de los pobladores del Cerro de Tepenacasco, a esto, se le agrega que el cerro no contaba con un sistema de tratamiento de aguas residuales.
Bagnis explicó que el trabajo colectivo fue clave para contener el proyecto. A diferencia de otros casos en los que las obras avanzan sin notificación, la vigilancia comunitaria y la exigencia de transparencia ante las autoridades municipales generaron presión para evitar que de alguna manera consintieran dicha construcción.
De acuerdo con Bagnis, en aquel caso, al ver la resistencia de los vecinos, el constructor logró obtener del entonces presidente de comunidad la expedición de permiso de descarga de aguas grises para 10 casas, se supo que dicho documento lo recibió, como contraprestación por un pago de más de 200 mil pesos, sin que esto haya sido aclarado por el entonces presidente; sin embargo, este permiso contravenía ordenamientos sobre el tratamiento de las aguas grises.
Por su parte, en mayo de 2022, el Comité Comunitario de Agua de Atlihuetzia Centro, como respuesta a la solicitud inicial de contratar 15 tomas de agua, solicitó al constructor que ajustara su proyecto al ordenamiento territorial vigente en la comunidad; por lo que en noviembre del mismo año, el constructor solicitó una toma de agua que fue procedente por adecuarse a la vocación del predio y uso de suelo.
El Ayuntamiento a través de la Dirección de obras, le otorgó permiso de construcción de barda perimetral, para abril de 2024, el constructor solicitó ante la Secretaría de Ordenamiento Territorial del Estado un dictamen de congruencia, por lo que la Secretaría solicitó la opinión calificada del Ayuntamiento de Yauhquemehcan, porque el predio no se encontraba reconocido en el Plan Parcial de Ordenamiento Territorial así como en la carta síntesis.
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Lo anterior, porque es considerada como zona con vocación de cultivo, de baja densidad habitacional (H1) y no urbanizable; como resultado solicitó al Comité de Agua la expedición de una constancia señalando capacidad suficiente para el otorgamiento de 10 tomas de agua en el Cerro de Tepenacasco.
El comité señaló que no era posible asegurar dicha situación porque el agua que recibe esta parte de la población (como en todo el centro), es de manera tandeada y por tres horas. Sin embargo, el cerro ha presentado inconvenientes debido a la elevación natural del terreno y la sinuosidad que presenta, por lo que resulta más complicado su acceso al servicio de agua (en tiempos de estiaje hay una constante queja de desabastecimiento de agua en general, incluso en las casa cercanas a los pozos por lo que, en ocasiones el cerro no alcanza a recibir por semanas el agua).
Ante esta negativa, el constructor acudió al Poder Judicial Federal demandando al Comité de Agua en vía de amparo indirecto señalando la falta de justificación y motivación de la respuesta que emitió el Comité. Sin embargo, los pobladores señalan que la demanda se realizó con el objetivo de intimidar, pues se desacreditó la legalidad del Comité basado en un sistema de Usos y Costumbres de manera autogestiva, dicha defensa del Comité estuvo a cargo de los licenciados, Balbina Rodríguez Rodríguez y Miguel Xochihua Rodríguez.
En este sentido, el Comité se encuentra obligado a razonar en cada caso la viabilidad de cada solicitud, con este razonamiento el Juzgado resolvió sobreseer el juicio de amparo y negando así el amparo al quejoso. En uso de sus derechos procesales el quejoso interpuso recurso de revisión ante Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Octavo Circuito el 20 de junio de 2024 y este a su vez resolvió con fecha 10 de julio de 2025, confirmando la sentencia del Juzgado Tercero de Distrito en el Estado de Tlaxcala.
«Porque otra cosa que hubo muy importante que toda la toda las personas, los vecinos del cerro de Tepenacaso presionamos y estuvimos empujando todo eso. ¿Qué es lo que lo que necesitamos hacer? Concientizar a las personas para que desde la comunidad sean las que presionen y se respete el Plan plan de Ordenamiento territorial».- Señaló Bagnis
La arquitecta también subrayó la importancia de los conocimientos locales, la defensa del territorio desde los saberes cotidianos, y la articulación entre técnicas especializadas —como los estudios de impacto ambiental— y decisiones tomadas por asamblea. Desde su visión, este tipo de resistencia representa una alternativa concreta frente a procesos de planeación urbana que excluyen a las comunidades y priorizan intereses externos.
Foto: Aldo Castillo
