- La construcción del Ecoparque Tlalli en Puebla representa una problemática ambiental y sociocultural; la desinformación sobre este proyecto representa la nula transparencia.
Tlaxcala, Tlax. Durante la entrevista para el podcast Ecos de la Trata y el Territorio, María del Socorro García Hernández de Artemio Cossal y Jessica de Chalotzi Zontli Matzi de las hijas de la Matlalcueyetl, denunciaron las afectaciones por la construcción del Ecoparque Tlalli–Malinche y cómo es pensado para el turismo a pesar de que se impulsó con la iniciativa de preservación natural.
El Ecoparque Tlalli–Malinche es un proyecto de infraestructura impulsado por la actual administración del Gobierno de Puebla. Su infraestructura ocupará 50 hectáreas en la junta auxiliar de San Miguel Canoa y la Resurrección en Puebla, y representará un impacto ambiental y social en la zona del volcán La Malinche.
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El proyecto implica la construcción de industria hotelera, una zona dedicada a deportistas de alto rendimiento, y edificios para darle cabida al turismo. Lo que significa el despojo del territorio de las comunidades, pues de acuerdo con Margarita Sánchez, el discurso que utiliza el gobierno en favor del desarrollo sustentable de las comunidades, de la preservación del ecosistema, de la conservación de la biocultural en general del territorio, no es lo que el territorio biocultural necesita.

El acceso a la información en la construcción del Ecoparque Tlalli
La falta de información y la idea del progreso que el gobierno vende a las comunidades para expropiarse de sus territorios, culturas y costumbres es una de las principales razones por las que se desconoce información sobre el impacto de estos proyectos turísticos.
Jessica Techalozi ha pedido dos solicitudes de información. En una descubrió que este proyecto no abona al ecoturismo, y la segunda solicitud se le fue negada argumentando que estará reservada hasta 2027.
«Hay también una solicitud de impacto ambiental sobre la carretera que va a conectar de La Resurrección al ecoparque, pero la información está reservada hasta 2027.(…) Se argumenta que se está protegiendo el interés del estado para evitar el boom inmobiliario en la zona».
Negar la información contrapone el derecho a la información y cuestiona el porqué ocultar la información si no hay algo negativo que esconder. Sin embargo, Jessica Techalozi mencionó que como comunidad, no se oponen al desarrollo de la comunidad.
«Queremos información, no estamos en contra, estamos a favor de los pueblos en desarrollo, de las oportunidades para todos»
Asimismo, Jessica Techalozi mencionó que las personas recolectoras que son parte de La Malinche serán ajenas al libre tránsito en su propio territorio, a los espacios, a la recolección, que por naturaleza, se han dedicado a ello. De acuerdo con Eugenia González de Chapingo, existen 180 hierbas comestibles en la zona, por lo que se podrían ver afectadas tras la infraestructura de la construcción del Ecoparque Tlalli.

Con la llegada de estos proyectos en áreas verdes, los propietarios pasan de ser dueños a ser despojados de sus tierras, y posteriormente a ser empleados. De acuerdo con Jessica Techalozi, el mismo gobierno que impulsa la construcción de estos proyectos son los que están abonando a que haya avaricia inmobiliaria en la zona.
«La compra de terrenos ha sido bajo amenaza, así nos lo han externado vecinos de la zona en donde llegan y les dicen «lo vendes o el estado te lo va a expropiar »«
Finalmente, Emilio Muñoz del Centro Fray Julián Garcés, co-conductor del podcast Ecos de la Trata y el Territorio, mencionó que la construcción del Ecoparque Tlalli no sólo afectará en la zona, sino también en la captación de agua de la Cuenca del Alto del Río Atoyac, misma que es reconocida como una región de emergencia sanitaria y ambiental en Tlaxcala.