El Instituto Estatal de la Mujer en el Estado de Tlaxcala (IEM) se creó el 17 de junio de 1999, mediante Decreto publicado en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado, tomo LXXX, segunda época, número extraordinario. Se estableció como un “Organismo Desconcentrado del Ejecutivo, que tendrá por objeto de actuar en nombre y representación del gobierno del estado, para formular, coordinar y dar seguimiento a los programas y acciones, encaminadas a ampliar y profundizar el mejoramiento de las condiciones de vida e igualdad de oportunidades de las mujeres en el estado de Tlaxcala, diseñando para ello políticas públicas.”
A casi 20 años de la creación del IEM la situación de las mujeres en el estado de Tlaxcala sigue siendo grave. Problemas como la trata de mujeres con fines de explotación sexual, el embarazo adolescente, la violación, la desaparición y el feminicidio siguen presentes en nuestro territorio. Respecto a la trata de mujeres, nuestro estado, de enero a noviembre de 2018, registró 26 casos, de acuerdo a datos del documento Información delictiva y de emergencia con perspectiva de género, al analizar estos datos en relación con la población existente en cada entidad, Tlaxcala termina el año en primer lugar teniendo 3.78 casos por cada 100 mil mujeres, prácticamente duplicando la ciudad de México quien tiene 2 casos por cada 100 mil mujeres. Además, la gravedad de la violencia hacia las mujeres ha sido tan grave que, en 2016, organizaciones de la sociedad civil han tenido que solicitar la Alerta de Violencia de Género contra la Mujeres, misma que si bien no se decretó, si demostró las debilidades institucionales para hacerle frente al problema.
A lo largo de este año, el IEM no presentó diagnósticos respecto a las problemáticas mencionadas, ni presentó programas integrales y resultados concretos respecto a la disminución de las problemáticas. Lo que podemos observar son lista de actividades que no terminan por tener impactos, por ejemplo, el pasado 26 de diciembre mediante un boletín dirigido a medios de comunicación, el IEM señaló que durante el 2018 realizó 11 foros para promover la perspectiva de género, es decir, que prácticamente realizó un foro por mes en el que participaron alrededor de 100 personas en cada foro, pues en la notas periodísticas se señala que con esas acciones “ atendió a más de 1130 personas”, lo que nunca dice el IEM es el impacto de estas acciones ¿Qué cambio en el actuar concreto de el funcionariado responsable de atender la problemática, cómo han cambiado las estadísticas respecto a la violencia que viven las mujeres, en qué se demuestra el empoderamiento de las mujeres en nuestro estado, cómo se puede constatar que efectivamente las personas van incorporando la perspectiva de género en su actuar?
Además de lo anterior, el IEM es parte de diversos sistemas que buscan la igualdad entre hombres y mujeres, la erradicación de la violencia hacia las mujeres, la prevención del embarazo y además es parte del Consejo Estatal contra la Trata de Personas, en donde su papel ha sido por demás pasivo, en este último, no tuvo la capacidad de al menos impulsar las acciones comprometidas como parte del seguimiento a la no declaratoria de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres, especialmente para la aprobación del Programa Estatal contra la Trata de Personas.
¿Cuánto años más se necesitarán para que el IEM realmente sea una aliada de las mujeres víctimas de violencia y no solo una institución gubernamental que se entrampa entre la burocracia y dependencia hacia el ejecutivo? Va quedando claro que el gobierno encabezado por Marco Antonio Mena Rodríguez no tiene un compromiso real para garantizar el derecho de las mujeres a vivir libres de violencia y que los pendientes que ha dejado en 2018 y los años anteriores son los retos que tendrá que enfrentar en 2019, entre ellos: disminuir la violencia, empoderar a las mujeres, eficientar los sistemas y consejos responsables de atender las violencias, transversalizar realmente la perspectiva de género en las instituciones de gobierno, impulsar campañas y procesos educativos que lleven a la transformación de la mentalidad masculina violenta. A mediados del próximo año el IEM cumplirá 20 años desde su creación, si no es capaz de llevar adelante estos cambios en el corto plazo, quizá habría que pensar en una reingeniería institucional y si es necesario, en su desaparición para crear nuevas instituciones que sí respondan ante los retos que hoy presenta la violencia que viven miles de mujeres en Tlaxcala.
Emilio Muñoz Berruecos
Centro Fray Julián Garcés