Tlaxcala, Tlax. Con la contingencia sanitaria millones de personas perdieron su empleo, fueron descansadas de manera obligatoria o en muchos casos no pudieron salir a buscar trabajo debido al Coronavirus. Sobre el ámbito deportivo, particularmente en la escuela de Karate Do Genki Juku con sedes en todo el país, el Sensei Hasef Rios quien imparte clases de Karate Do en la sede de Tlaxcala, nos comparte cómo fue el proceso de tener que cerrar las puertas por la pandemia.
Al cerrar, como muchos negocios, dependencias, escuelas etc., se afectó desde luego económicamente a los maestros, pues enseñar ahí era su fuente de ingresos. Y a pesar de que algunos de ellos contaban con algún otro empleo aparte del Karate Do, la economía bajó a nivel nacional y en todos los sectores. Pero también hay muchos maestros que esa era su única entrada económica.
Otro aspecto donde también se vieron afectados fue en lo emocional. Un aspecto importante para el ser humano en confinamiento. Pues el tener que dejar de hacer lo que les gusta fue doloroso. El Karate ha sido parte de la vida de todos ellos desde muy jóvenes. Y de repente no poder ya dar clases ni entrenar ha causado gran impacto en la vida de todos los que forman parte de la escuela.
Otros afectados, nos platica el Sensei con aflicción, son los alumnos. Pues al dejar de entrenar pierden condición, el seguimiento que se les da y básicamente se atrasan en sus estudios sobre este arte marcial.
¿Optaron por clases de Karate Do online?
Al principio no porque no tenían la manera de hacerlo. En este tiempo, el director general de la escuela, Shihan Hugo Baruch Roque Sarmiento ha dado clases en la página del Ayuntamiento de Puebla y con el apoyo de la Sensei Gloria Estrada López.
Fue a finales del mes de septiembre que los maestros de todas las sedes del país se reunieron virtualmente donde acordaron dar clases los viernes en línea con un maestro diferente cada día.
Actualmente han dado ya 8 clases y será así hasta el 25 de diciembre.
Invitan todos los viernes a conectarse a las 6 pm a través de su página de Facebook para reforzar la economía solidaria y seguir atravesando la pandemia.
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Y darán estas clases sin alguna remuneración pues las impartirán «por amor al arte», comparten. Para que los niños entrenen desde su casa y no se estanquen ya que se han preocupado mucho por ellos. Y no han cobrado nada por las clases en línea para que la gente vea que siguen entrenando desde casa y así no pierdan el rastro.
Comenzarán a dar seminarios y torneos donde sí cobrarán para poco a poco ir recuperándose económicamente. Con ello, buscan apoyar a los maestros que han perdido más a lo largo de la pandemia.
La reapertura de <<Genki Juku>>
Al cambio de color de semáforo a amarillo, la escuela optó por reabrir la escuela para entrenar con sus dos grupos. Hay maestros que tienen 50 alumnos. Aunque ha sido complicado, de manera lenta se han ido recuperando pero aún así, los alumnos son menos que antes del cierre. Por eso es que han decidido usar como estrategia el darse a conocer más en redes sociales como Facebook, Instagram, YouTube, etc. Pues en este momento, dicen, son una excelente herramienta para llegar a las personas eficazmente.
Allí están promocionando el Karate Do en México, donde están obteniendo buenas respuestas.
Pasar la voz es una de las armas más fuerte que tenemos.
La situación de crisis y los cursos gratis en Tlaxcala
Hay una situación de que algunas instituciones han ofrecido cursos gratis debido a la pandemia, y esto también ha afectado a las escuelas y talleres donde los cursos son su sustento económico. Estos espacios, además, tienen que poner en mantenimiento los materiales e infraestructura con la que cuenta. Como mucha gente por la pandemia no tienen dinero para inscribir a sus hijos e hijas a clases culturales y deportivas extra, han optado por la gratuidad que ha impactado a diversos sectores de Tlaxcala.
En el Karate Do tenemos un amor al deporte que siempre nos hace estar ahí. Yo dejé de entrenar algunos años pero el Karate siempre estaba conmigo. El Karate siempre me hace regresar.
