Aunque se avanzaba en la restauración de la Laguna de Acuitlapilco, la mala ejecución provocó socavones por el desgajamiento de tierra.
TLAXCALA, Tlax., Errores, falta de capacitación y conocimiento del personal de la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Tlaxcala (PROPAET), provocan con retiro de vegetación riparia que crece como protección a las orillas de laderas, barrancas y cuerpos de agua que conducen a la laguna de Acuitlapilco, el derrumbe y deslave de estos canales con afectaciones de peligro para campesinos y pobladores de la zona.
Desde mayo de 2023, sociedad civil organizada y la PROPAET iniciaron acciones en conjunto para la preservación y restauración de la Laguna de Acuitlapilco. En ese entonces, la Unión de Pueblos, Comunidades y Organizaciones por la Laguna y la Vida (UPCO) junto la directriz del PROPAET se emprendieron actividades de desazolve de barrancas, con la intención de liberar espacio para el cauce del agua. Sin embargo al no realizarse con la capacitación e investigación precisa, estos trabajos han provocado socavones por el desgajamiento de la tierra, lo que pone en riesgo no solo la biodiversidad de la Laguna de Acuitlapilco, sino también la seguridad de los pobladores que viven a los alrededores de este espejo de agua.
De acuerdo a un recorrido por el lugar, con la asesoría y acompañamiento del biólogo, Erick Daniel Trujillo Castillo, en representación de la Alianza Lagunera por un Ambiente Sano (ALAS), Escenario Tlaxcala constató que existen dos canales y/o barrancas que descargan aguas residuales de las comunidades de Santa María Acuitlapilco y San Sebastián Atlahapa, que tras las campañas de limpieza efectuadas en el año 2024 por el Gobierno del estado a través de la PROPAET y UPCO, en donde se retiró vegetación riparia -aquella que crece en las laderas y que con sus raíces evita el deslave de la tierra hacia el canal- ha provocado el reblandecimiento de las laderas hacia el cuerpo de agua que conduce a la laguna, provocando una especie de socavones que alteran la vida natural de la Laguna y que ponen en riesgo a la población.

El socavón que puede observarse en la imagen fue producto de las recientes lluvias que han acechado a la entidad. Trujillo Castillo compartió que el derrumbe no fue atendido por el gobierno estatal y solo fueron colocadas cintas amarillas de peligro y precaución. Cabe mencionar que este hecho se registró en una zona de paso para campesinos y pobladores, lo que representa un peligro no solo de caer al fondo de esta barranca sino también, para las construcciones aledañas y el derrumbe de mamposteria y bardas perimetrales de las viviendas cercanas que puedan colapsar.

Aunque esta extensión, le corresponde a la jurisdicción de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) por tratarse las barrancas y la laguna de una zona federal, la dependencia del Gobierno de México no ha dado atención de revisar esta situación, según información local, quienes afirmaron que por su parte el Gobierno del estado efectuó una reunión con pobladores de la comunidad, sin embargo, ya hubo manifestación al respecto.
Los ecosistemas que nutren a la laguna de Acuitlapilco
Sobre las barrancas, Erick Daniel Trujillo Castillo, explicó que la Laguna de Acuitlapilco vive porque hay tres ecosistemas distintos alrededor como son el volcán Matlalcueyetl y los cerros de Atlahapa y Acuitlapilco, que captan el agua y la mandan a la laguna de dos formas, una por infiltración y otra por las barrancas que van conduciendo este líquido resultado de las lluvias.
Son ecosistemas que dijo, se arman solitos, se pueden hacer por la lluvia o por la misma formación de los cerros y desniveles, otras por el agua, sin embargo, estas cumplen funciones importantes que cuando cae el agua y están llenas de vegetación van filtrando el agua al subsuelo.
“Son excelentes filtradoras de agua, además como suelen tener una vegetación abundante suelen ser refugios para la biodiversidad, y hay microclimas donde llegan a habitar animales, hay endemismos y procesos evolutivos, porque están aisladas y esto provoca una biodiversidad”.
Sin embargo, una mala práctica de desazolve, como las que ocurrieron en 2024, desprotegieron a las laderas, encargadas de filtrar el agua que llega a la Laguna de Acuitlapilco desde diversas comunidades.
“en resumen se está haciendo un trabajo no adecuado, sin la asesoría técnica para llevarlo de manera correcta”
En ese sentido, afirmó que la PROPAET firmó la autorización de estos desazolves sin la precaución de supervisar si eran idóneos para la fauna y flora de la región, lo que también inhibió los riesgos que podrían suceder al realizarlos. Asimismo señaló que una de las funciones de esta institución es aportar el acompañamiento técnico, mismo que refirió el especialista es cuestionable, debido a que no hubo un asesoramiento sobre cómo llevar a cabo la campaña de limpieza en la que participaron diversos activistas.

Y es que estas acciones de desazolve se realizaron en dos de las principales barrancas que convergen y desembocan en la Laguna de Acuitlapilco. Ante esto, Trujillo Castillo, explicó que al retirarse la flora que nace de manera natural en estos espacios, se obstruye la posibilidad de que haya otros procesos de filtración de agua que se realizan de manera natural.
«En ese momento, las acciones que se hicieron fueron para preservar la Laguna, sin embargo, no sabíamos que se estaban realizando de manera equivocada.»
Ante ello, fue la participación de cientos de voluntarios que por desconocimiento, ante la falta de capacitación de la PROPAET, se llevaron diversas jornadas de limpieza.
“Los problemas que tenemos que resonar tanto en las comunidades de la Laguna y en general, es trabajar en conjunto, dos años de inversión de recursos que no está impactando positivamente”, concluyó.
A pesar de las acciones emprendidas para la restauración de la Laguna de Acuitlapilco, Trujillo Castillo subrayó que aún existen múltiples retos por enfrentar. Señaló que diversos ayuntamientos continúan vertiendo aguas residuales sin tratamiento adecuado, lo que mantiene altos niveles de contaminación en el cuerpo de agua. Entre los principales contaminantes detectados se encuentran materia fecal, fosfatos, fósforo disuelto y nitrógeno, todos ellos derivados principalmente de descargas urbanas no reguladas. Además, se sospecha la presencia de metales pesados, posiblemente originados por vertidos provenientes de actividades textiles en la zona.

Finalmente Trujillo Castillo enfatizó que desde la perspectiva de Colectivos que conforman ALAS, como la Libélula Viajera, Yaocalli Centro de Estudios y Acción Social A.C y Xilonen Grupo Ambiental; se requiere una propuesta más minuciosa y técnicamente detallada por parte de la PROPAET, que especifique con claridad las acciones correctivas y preventivas necesarias, señaló que esta precisión técnica es fundamental para que tanto los habitantes como la sociedad civil cuenten con la orientación adecuada y puedan participar informadamente en los esfuerzos de recuperación ambiental de la laguna.

