Tlaxcala, Tlax. Rosario Texis, directora de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos (DDESER) en Tlaxcala, afirmó que existen diversas organizaciones y clínicas que ofrecen ayuda para abortar pero engañan y persuaden a las mujeres para continuar con sus embarazos.
Aunque DDESER no tienen focalizado si se ubican en Tlaxcala, sí tienen registros de que ofrecen servicios para el Estado. Vinculan a mujeres con sanatorios en Puebla o Ciudad de México, como son los casos del Colectivo Mujeres Libres y Soberanas; y la Fundación Naiset. “Es una de las constantes que tenemos últimamente en Tlaxcala, antes no era tan fuerte, no había mucha información del tema. Muchas de las organizaciones pro vida se han apropiado de varios espacios”.
Asimismo el Frente Nacional por la Familia abrió una línea en Tlaxcala para promoción de la vida. A través de redes sociales y WhatsApp bombardean a mujeres mediante videos y mensajes.
Compartió que hace un par de semanas una pareja tlaxcalteca contactó a la Fundación Naiset, quienes proporcionan datos de aborto seguro para Tlaxcala. Al pedir informes les dijeron que se trataba de un procedimiento caro donde corre peligro la vida de la mujer o tiene complicaciones psicológicas que atentan contra la integridad.
Sin embargo no les fue negado el servicio y los vincularon al sanatorio de Santa Teresita de Jesús, ubicado en Puebla. Lugar donde continuaron persuadiendo a la pareja para que se retractaran. Una de sus estrategias fue citarlos varias veces, lo que implicó que pasara alrededor de mes y medio.
Por otro lado comentó el caso de una niña de 13 años con 24 semanas de embarazo, víctima de violencia sexual. Quien contactó a la Fundación a favor de México y la Sociedad con el objetivo de poder dar en adopción al bebé. Sin embargo fue persuadida para conservar al producto bajo el argumento de que no tiene nada que ver con la violación por la que había pasado.
Enfatizó que las mujeres que han sido engañadas por estas falsas organizaciones o clínicas acuden a DDESER con mucho miedo a ser engañadas. “Vienen con la firme convicción de que no quieren continuar con su embarazo pero ya vienen desesperadas. Ellas piensan que no es momento, ya están muy afectadas porque no les ayudan, por estar sometidas al reforzamiento de los roles y estereotipos de las maternidades”.
Paty
Paty tenía 19 años cuando abortó. Llevaba mucho tiempo con una pareja estable pero le fue infiel. Cuando supo que estaba embarazada ya no eran novios. Por lo que decidió llevar el proceso sola y asistió a una falsa clínica de aborto que la agredió psicológicamente con el objetivo de conservar el producto.
Buscó clínicas de aborto en Ciudad de México y encontró una llamada “ILE”, pensó que sería un espacio de confianza ya que le ofrecieron apoyo económico y transporte gratuito. Sin embargo la vincularon con una asociación en Puebla llamada “Decide”. Lugar en el que desde su arribo sintió mucha desconfianza al ser atacada con preguntas muy personales.
“Llego al lugar sola y ahí pase el peor momento. Era una casona vieja en Puebla donde me recibió una señora. Comenzó a decirme que un bebé no es un conjunto de células, hasta me dio un muñeco. Me bombardeo diciéndome los riesgos del aborto, pero comenzó a hacer comentarios muy fuertes, dijo que era una asesina por no querer que mi hijo naciera”.
Posteriormente le hicieron un ultrasonido y le pusieron videos para mostrarle cómo se realiza un aborto. Le dijeron que tenía 14 semanas de embarazo, por lo cual ya no podía realizarse el procedimiento. Pero después supo tenía 6 semanas.
“Me dijeron ‘tu hijo solo quiere estar unos meses dentro de ti. Déjalo ahí un rato y después lo das en adopción’, me estaban diciendo también que me podía ir a una casa hogar donde después lo daría en adopción. Me violentaron mucho y no dejaron de atacarme”.
Paty huyó del lugar. A través del grupo Mujeres Organizadas de Tlaxcala obtuvo ayuda para encontrar una clínica segura en Ciudad de México. Donde recibió un trato diferente, totalmente empático y profesional. Por lo cual lamenta que grupos pro vida se hagan pasar por organizaciones o clínicas de aborto. “Se meten mucho en tu mente. En mi caso estaba totalmente segura pero puede haber otras personas que por organizaciones como éstas se confunden ante la persuasión”.
