¿Quién se cree que es la señora Helena Hernández, que ocupando el manto protector que se rumora que tiene de la Gobernadora, ha buscado desestabilizar la Escuela de Música del Estado de Tlaxcala (EMET)?
A pesar de que esto se ha gestado desde hace meses en el proceso de cambio de director de la EMET, durante el periodo de Antonio Martínez Velázquez al frente de la institución – a quien le correspondía pararle su impetuoso nepotismo a Helena Hernández -, este se ha convertido en el primer conflicto a resolver para Karen Villeda, la nueva titular en Cultura.
A tres días de asumir la responsabilidad en la institución, Villeda tiene enfrente ya una tarea clave para demostrar autonomía, liderazgo, sensibilidad y que no es solo profesional en el ámbito literario, sino también en el ejercicio público con imparcialidad.
Si es que no sabe lo que está pasando en la escuela de música con la sobrina del ex gobernador Tulio Hernández, se trata de un caso que puede contarse desde diversas violencias, aquí se las comparto; la mayoría, han sido ejercidas sobre la nueva directora de la EMET, Dulce Guadalupe Sánchez Contreras, esto, por negarse a cumplir los caprichos de la funcionaria, pues su interés en llegar a la dirección es más bien para aportar en la construcción del proyecto titulado «Armonía Integral» que presentó al postular para el cargo y que puedes consultar aquí.
Desde hace meses Helena Hernández ha buscado incidir en la Escuela de Música, y para ello, se buscó un peón – con quien se rumora que sostiene una relación sentimental -. Esa persona es Julio César Sánchez Garrido, a quien impuso en la Coordinación Académica. Luego de ocuparle para ser sus oídos en los pasillos y salones, al llegar la nueva directora su primera instrucción fue la de despedir a 11 docentes, con especial interés en correr a los más grandes… Bajo esa dinámica tan inhumana, ¿Acaso Helena por edad también tendría que ser cesada?
Pero ante la negativa, de acuerdo con una relatoría que la directora entregó el 30 de agosto a la Secretaria de Cultura, iniciaron hacia su persona acciones de hostigamiento, abuso de autoridad, presiones constantes y amenazas.
Y junto a Julio César, también suena el nombre de María Guadalupe Teresa Cruz, a quienes Helena les llama «su clan».
La relatoría narra cómo entre Julio y Helena infundieron miedo sobre el clima laboral de la institución, hablando mal de estudiantes y maestros. Llegaron a decirle que los alumnos son manipulados por los maestros rebeldes y que la escuela era mafia, ¡Pero si la señora no se ha parado jamás allí!
Además, intentando pasar por encima la convocatoria pública para la postulación de nuevo director en la EMET, que estipula que será el encargado de coordinar los niveles elemental, técnico y licenciatura, Helena le indicó que ella solo iba a dirigir la Licenciatura, para que Julio César eligiera a qué maestros despedir.
Pero las agresiones se llevaron a un terreno muy lamentable para la señora, y la envergadura que dice tener. Pues entre ella y Julio César pensaron que era una buena idea soltar insultos hacia Dulce Guadalupe Sánchez Contreras en afán de someterla a sus intereses. Que era una quedada y que su forma de vestir no era apropiada para una servidora pública… ¡Vaya! De qué nos sirve la etiqueta en la vestimenta, sino en las dependencias no se trabaja con perspectiva de derechos humanos, ni para hacer equipo al interior de ellas.
Y de Julio César hay más… pues la directora documentó un mal manejo de lo administrativo destacando una falta gravísima al manipular las listas de calificaciones de alumnos (que se consta en algunos oficios en poder de este medio), además del retraso en procesos y ausentismo casi permanente de su espacio de trabajo, como todo un soplón que claramente no iba a estar donde oficialmente tenía que desempeñarse.
Este medio tiene documentos que revelan como más de 12 docentes de la institución presentaron oficios señalando las omisiones de Julio Cesar. Por su parte, todos los estudiantes de Licenciatura también entregaron oficios a la dirección para exponer las faltas del Sancho Panza de Helena Hernández, quien es también miembro del Comité de Control Interno de la Secretaria de Cultura.
Las violencias han escalado a un grado institucional pues hoy buscaban impedirle el acceso a la directora al cambiar chapas. Además, de que miembros del área jurídica se han presentado en su oficina y también la han interceptado fuera de ella para buscar justificaciones para despedirla.
Vámonos a algo positivo porque Helena Hernández no contaba con esto…
Pues esta serie de acciones detonarían algo fundamental para casos como éste de defensa a la educación: los movimientos estudiantiles. Son las y los estudiantes de la EMET quienes hoy también se congregaron en la institución para defender a la directora, a sus maestros y la calidad educativa del espacio que, dicho sea de paso, tiene el aval del Instituto Nacional de Bellas Artes, y que Helena Hernández está poniendo en riesgo.
Un muy merecido reconocimiento a esa organización estudiantil que en estos momentos se encuentran promoviendo los hashtags #FueraElena #ApoyoaladirectoraDulce
Este no es el primer caso donde resuena el nombre de Helena Hernández como una mujer privilegiada que ha ocupado su posición en esta sociedad de castas que prevalece en Tlaxcala para vanagloriarse sobre su afortunado lugar en la clase política, pues es constante que por las instalaciones en Apizaquito verbalice que a ella no la van a mover en 3 años porque viene del gobierno federal.
En la conversación que pude sostener con la directora, Dulce Guadalupe Sánchez Contreras, le compartía que este estado está inundado de Helenas y Julios que se rigen bajo las dinámicas del tributo y la pleitesía, y que es valiosísimo que se encuentre haciendo frente a estas formas de ejercer el poder tan ruin e infame. Allí veo lo valioso de que aterricen en Tlaxcala otros perfiles, porque muchos de los locales en el quehacer público están ya muy pervertidos.
Frente a las amenazas en las que le increpan su pronta salida del puesto, además de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra, ha publicado un video donde hace responsable a esas tres personas en caso de que le pase algo pues le dijeron que conocen a quien podría hacerle daño.
La llegada de Karen Villeda a la Secretaria de Cultura, de quien por cierto se espera un ejemplar desempeño que vele por los derechos culturales de las y los tlaxcaltecas, debe centrar su atención urgentemente en la EMET para dictar orden.
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