Chiautempan, Tlax. Salvador Reyes Ahuatzi tiene 45 años y es originario del barrio de San Onofre, ubicado en Chiautempan. Pertenece al grupo de alabarderos “Guardia Real”, quienes por segundo año consecutivo no pudieron acompañar la imagen de Padre Jesús, lo cual los llena de nostalgia.
En entrevista, comentó que lleva 26 años siendo alabardero. Contrario a muchos chiautempenses que empiezan con la tradición desde los 3 o 4 años, él comenzó un poco mayor. Sin embargo es ahora uno de los miembros con más experiencia.
“Desde niño siempre tuve la ilusión de ir con la procesión junto a Padre Jesús. Siempre que escuchaba los tambores me salía a la calle a verlos pasar”.
Lo que más le gusta de ser alabardero es acompañar la imagen que recorre las calles de chiautempan. De 2001 a 2003 fue capitán y pudo cargar a Padre Jesús en la procesión del Jueves Santo.
“Disfruto acompañarlo en sus pascuas, en los recorridos. Yo soy muy devoto de él y él me ha dado mucho”.
Asimismo señaló que inicialmente en el grupo de alabarderos cuando se realizaron las primeras procesiones, sólo se hacían al interior del atrio del Convento. Después salieron una cuadra, y poco a poco se expandió la ruta, y los puntos de las 3 caídas fueron cambiando ya que cada año llegaba más gente a ver la procesión.
“Llegaba mucha gente y se extendió al parque La Paz, donde se hace el encuentro con la Virgen de los Dolores y de ahí hacia la parroquia hasta llegar al convento para hacer la tercera caída”.
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Su principal labor
Los alabarderos se dedican a acompañar la imagen para resguardarla. “La gente se amontonaba para tocar a Jesús, entonces nosotros hacemos valla para resguardar la imagen, esa es la principal labor”.
El primer registro que se tiene sobre estas procesiones en el municipio de Chiautempan es del año 1956. Desde entonces se ha convertido en una de las principales representaciones en el país. Probablemente, después de la de Iztapalapa; comenta Salvador.
Quien también recordó las modificaciones que han hecho como alabarderos. Hace 15 años aún podían salir con caballos, pero derivado de que hacían sus necesidades en el asfalto, ya no les fue permitido.
También, sus tambores han tenido una serie de modificaciones hasta el día de hoy, que usan toms con parches especiales para lograr sonidos más fuertes.
Anualmente empiezan el primer ensayo el último domingo de enero. Realizan entre 8 y 10 ensayos antes de Semana Santa.
Sin procesiones por el Covid-19
Algo que ha llenado a los grupos de alabarderos de nostalgia es que por segundo año consecutivo no pudieron salir a acompañar a la imagen.
Salvador narra que más allá de buscar el reflector y ser vistos durante las procesiones, lo que les afecta es no poder acompañar a la imagen de la cual son tan devotos.
Este año intentaron sacar a Padre Jesús en una camioneta con un pequeño contingente de alabarderos que la resguardarse, pero el obispo no lo permitió. “Conociendo a la gente y a mi pueblo, sabíamos que no nos íbamos a dar a basto porque el fervor que le tienen a Padre Jesús es muy fuerte”.
Para no dejar pasar estas fechas tan importantes, al interior del grupo “Guardia Real”, realizaron una serie de actividades en conmemoración; llevaron una ofrenda al Convento y el Jueves Santo hicieron una remembranza en video de todas las capitanías pasadas, así como del viacrucis.
Además hicieron un homenaje a sus 6 compañeros fallecidos durante la pandemia derivada de la Covid-19, donde no todos fallecieron a causa de esta enfermedad.
Lo que esperan
Reyes Ahuatzi, a nombre de sus compañeros alabarderos, señaló que esperan que para 2022 puedan volver a salir a las calles a acompañar a la imagen.
“Este encierro en todos los ámbitos nos ha afectado mucho, en este caso todo el tema religioso. No solo es la Semana Santa, sino también las pascuas, donde Padre Jesús visita cada uno de los barrios de Chiautempan en sus iglesias y también lo resguardamos como alabarderos”.
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