Anita Reyes es de Apetatitlán, estudió teatro en una academia del INBA, tiene 30 años y encontró su vocación en la escritura, específicamente en un campo poco explorado, la dramaturgia.
Tras su regreso, después de estudiar en Ciudad de México, Anita atravesaba una etapa de depresión e incertidumbre, al par de ello tomaba talleres de dramaturgia, y encontró ahí lo que le dio sentido a su vida, “Se adapta más a lo que soy, mi esencia, es mi centro, es algo que me estabiliza mucho como persona”.
Con el tiempo, tras constante preparación y estudio, se dio cuenta que la dramaturgia es un campo casi virgen en Tlaxcala, por lo que se sintió motivada a seguir escribiendo, y aunque siempre se ha enfrentado a un extraño temor por mostrar sus obras, el fruto de su talento se hizo tangible al ganar la convocatoria de Teatro Escolar 2019-2020 que otorga el Instituto Tlaxcalteca de la Cultura.
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Su obra, Bioluminiscencia, por el momento se encuentra suspendida debido a las medidas ante el Covid-19, pero ya han visitado municipios como Xaltocan, Chiautempan, Contla, Apetatitlán, Tetla, Huamantla, Calpulalpan, entre otros, así como diversas comunidades de la capital del Estado.
Ella y su grupo de teatro, Fábrica de Arte Tlaxcalteca, han podido notar que son las mujeres quienes más se interesan en la obra, ya que ésta, toma referentes que para Tlaxcala son muy importantes, como la trata de personas, las luciérnagas y la alianza con los españoles.
“Creo que en este momento hay que hacer dramaturgias actuales, urgentes, inmediatas, de lo que está pasando, de lo que nunca se habla o se censura, incluso de los temas que las personas no saben cómo tratar por ser complicados y fuertes”.
En un contexto coyuntural para las mujeres, Anita no es la excepción, se ha encontrado con obstáculos que brotan desde una cultura machista, cuestionan sus creaciones y les cuesta creer que ella se dedica a escribir obras de teatro, pero ante ello, impone su talento, su experiencia y su amor por lo que hace, lo confirma cuando nota que, por ejemplo, con Bioluminiscencia, las jóvenes de las escuelas donde asisten se identifican con los personajes, y se acercan a las actrices, les preguntan si tienen más obras o que más han hecho en el teatro, contrario a los jóvenes, que se muestran atentos pero sólo al momento de las presentaciones, aunque claro, no en todos los casos.
Para ella, la dramaturgia engloba muchas cosas, recoge elementos de otros géneros literarios y se relaciona con ellos pero trasciende de otra forma, “Es comprimir historias, tiempos, emociones, conductas humanas, que las estás viviendo, ninguna función sale igual, sólo es una oportunidad de hacerlo, cuando haces dramaturgia tiene que estar consciente de todas esas temporalidades, de qué siente el personaje y en qué momento, debes que plasmarlo porque los actores harán lo que tu escribas, entonces debe ser muy exacta y su prueba de fuego es la representación, se involucran muchas personas para llegar a un mismo fin”.
Te invitamos a leer un pequeño fragmento que Anita Reyes nos compartió de Bioluminiscencia.
«A mi también me gustaban los raspados pero ahora los odio los aborrezco ya no me importa
de que color son, solo que son fríos de ese frio que te cala hasta los huesos, de ese frío que
entra y estalla por todo tu cuerpo, que se esparce y te recorre paulatinamente por cada
extremidad y te va congelando, anestesiando y entonces sientes y no sientes, te queman, te
apuñalan, sangras pero ya no duele y a mi mente solo viene la imagen de Aida y yo corriendo
por el parque de palmeras y ella con su lengua roja, porque sus favoritos son los de grosella
¿Te acuerdas? Y un sorbo, regreso a la realidad y está oscuro, oscuro y frío y ellos los que me
invadieron se van, se esfuman».
«Sentí un golpe, la sensación cuando vas al gotcha y las bolas de pintura te aplastan, te sacan
el aire, ahí está esa adrenalina para no salir del juego, pero es demasiado tarde y la pintura
corre el cuerpo, esos golpes que duelen y te atraviesan el pensamiento y es que al final en la
vida no hay nada mejor que jugársela por las amigas. No la solté, no iba a soltarla, nuestra
amistad es como una liga, recuerda».

