Tlaxcala, Tlax. México se distingue por ser un país donde la herbolaria y naturopatía tienen cabida para la atención de muchas enfermedades, se trata de tradiciones ancestrales en donde las plantas han sido aliadas en los hogares en materia de salud.
Lamentablemente, frente al coronavirus hasta el momento la Organización Mundial de la Salud no ha confirmado que exista remedio casero o planta que pueda curar a personas contagiadas de Covid-19.
Al respecto, Tlaxcala no se queda atrás en la contribución de ficciones informativas. En redes se puede encontrar información falsa que apunta a que el chicalote es la razón por la que los tlaxcaltecas somos de los estados con menos casos.
Y no los culpamos, en Instagram usuarios han encontrado varias formas de captar su belleza.
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- La raíz es diurética, analgésica, hipnótica y se emplea en enfermedades crónicas de la piel.
- Las semillas son laxantes, vomitivo, expectorante y emoliente.
- También se utiliza en diarrea y la disentería, pero en grandes cantidades son venenosas.
- El jugo de la planta se utiliza en la ictericia y afecciones cutáneas.
- El aceite es purgante y también utilizado para las afecciones cutáneas.
¡Pero cuidado! La ingestión de aceite de Argemone mexicana o chicalote provoca hipertensión, glaucoma, hidropesía, diarrea, vómitos y anemia.
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Y no creas que solo para la salud puede ser de utilidad. El estudio de 1868 Recherches pour servir à l’histoire botanique, chimique et physiologique de l’Argemone du Méxique (Investigación para servir a la historia botánica, química y fisiológica de la Argemone mexicana), reveló que «contiene un aceite grasoso (26%) de color aguado cristalino que puede emplearse para la fabricación de jabón y principalmente para la pintura del lienzo encerado y preparación de charol y betún, y sirve para barnizar maderas».
Así mismo «el análisis químico de las hojas, de las cápsulas no maduras ha demostrado que contienen morfina y otras sustancias más de la clase de los alcaloide». El siglo XIX no deja de sorprendernos.
Sí, así como lo lees. Esta planta encuadra a la perfección con estos adjetivos pues está incluida en el Listado de Especies Exóticas Invasoras para México de la Semarnat. Se destaca que la Argemone mexicana «puede invadir cultivos, pastizales y orillas de carreteras».
La Semarnat define Especie exótica invasora a «aquella especie o población que no es nativa, que se encuentra fuera de su ámbito de distribución natural, que es capaz de sobrevivir, reproducirse y establecerse en hábitats y ecosistemas naturales y que amenaza la diversidad biológica nativa, la economía o la salud pública».
Pues el chicalote tiene un grado de invasividad muy alto; es decir, que «uno o más análisis de riesgo identifican a la especie como invasora de alto impacto en cualquier país o está reportada como invasora/plaga en México».
Se ha registrado en ajo, alfalfa, ajonjolí, algodón, avena, calabaza, cártamo, cebolla, chile, fríjol, frutales, garbanzo, girasol, hortalizas, maíz, manzana, potreros, sorgo, tomate. Además, señala su ficha que «la planta y las semillas son venenosas; si el ganado se alimenta de esta planta puede intoxicarse».
Por todo esto, el listado la considera con nivel medio de amenaza a la economía y alto para la salud pública.
A pesar de eso, no podemos negar que se ve muy bien pintada en barro.
También se le conoce como amapola montés, cardo, cardo santo y amapolilla.
Se trata una especie de origen mesoamericano, de zonas tropicales del centro y sur de América.
No solo la podemos encontrar en Tlaxcala, también está en Aguascalientes, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Estado de México, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán. O sea, en 22 estados del país.
¡Vaya que es invasiva! Al ser de origen mesoamericano, de zonas tropicales del centro y sur de América, ha escalado bastante bien por México.