Tlaxcala, Tlax. Hay rumores populares que afirman que los Niños Mártires de Tlaxcala no existieron, sin embargo, la historia por parte de Motolinía dice lo contrario. En principio no eran considerados mártires sino defensores de la fe cristiana.
Armando Díaz de la Mora, Licenciado en Administración, pero escritor de historia desde hace ya 41 años, habló sobre los indicios históricos de Motolinía. Díaz de la Mora también ha publicado libros y ha participado en simposios y conferencias internacionales sobre la historia de Tlaxcala.
Por su parte, Fray Toribio de Benavente o de Paredes, mejor conocido como Motolinía (que en náhuatl significa ‘pobrecito’) fue hablante de náhuatl y primer etnógrafo del mundo azteca.
Historia de los indios de la Nueva España
Hablar de religión es un tema delicado, sobre todo de los personajes que la construyen como los santos o las vírgenes, debido a que algunos de ellos no cuentan con un fundamento histórico que asevere su existencia.
No es el caso de los Niños Mártires de Tlaxcala, que como fuente primaria de su existencia está la Historia de los indios de la Nueva España de Motolinía, en el capítulo 15 de su tratado tercero.
El fraile franciscano entre 1530-31 y hacia 1555 vivía en la ciudad como guardián del convento, debido a su cercanía con la población narra sobre los acontecimientos en torno al siglo XVI, la mayoría de la obra habla sobre Tlaxcala, incluyendo a los Niños Mártires.
Cristobalito, el primero de los Niños Mártires
El escrito de Motolinía habla primero sobre Axotécatl y su hijo Cristóbal. El niño fue educado por los frailes franciscanos en la primera escuela en 1524.

Una de las anécdotas más conocidas es que en el tianguis de Ocotelulco un grupo de niños adoctrinados por los frailes vieron a un hombre que realizaba una representación de Xipe Totec (el dios desollado) y lo atacaron a pedradas.
Lo anterior provocó que Axotécatl, padre de Cristóbal se pusiera en su contra y le provocara la muerte. Algunas versiones dicen que fue arrojado al fuego, y que su padre era el cacique de Atlihuetzia.

Cristóbal muere en 1527 y para 1528 el guardián Andrés de Córdoba va por sus restos y los entierra en la Primera Capilla de los frailes franciscanos de Tlaxcala. Después el mismo Motolinía narra que subió los restos del infante en el altar mayor de la Catedral de la Asunción, sin embargo, este último hecho no ha sido investigado lo suficiente.
Antonio y Juan
En el caso de Antonio y Juan aunque la historia ha acomodado a Antonio como familiar de Xicoténcatl, esto no ha sido comprobado.

Por el contrario, de lo que sí se tiene certeza es que en 1527 luego de la muerte de Cristobalito el Fraile Julián de Garcés, obispo de Tlaxcala, intentó colocar un convento de Dominicos en Atlihuetzia, pero no lo logra.
Pero la influencia de los frailes franciscanos era demasiada, por lo que su influencia en la población evitó que se aceptaran a los dominicos. Fue así que para 1529 Minaya y Lucero frailes dominicos más importantes del momento decidieron dejar Atlihuetzia y Tlaxcala.
Se dirigieron hacia Antequera o Huaxyacac y fundaron la capital de la ciudad de Oaxaca, en su viaje llevaron consigo a varios niños, entre ellos Antonio y Juan de Tizatlán. Ambos mueren defendiendo la fe cristiana, fuera de Tlaxcala.
En 1541 Motolinía, dos años después de sus muertes, escribiría sobre ello. Sin embargo, un dato curioso que menciona Díaz de la Mora es que la historia de los Dominicos no menciona a Antonio y Juan, así como su estadía en Atlihuetzia. Quizá para evitar conflicto con los franciscanos o para evitar hablar de su fracaso en el intento del convento.
La conversión religiosa en la Nueva España
Luego de los acontecimientos narrados por Motolinía, hay otra serie de escrito del siglo XVII o XVIII pero poco certera sobre la historia de los Niños Mártires.
Lo que sí se puede decir es que murieron predicando el evangelio cristiano entre el resto de indígenas que seguían en conversión religiosa. La conversión católica se dio entre 1525 hasta 1540 en la Nueva España y en Tlaxcala.

Así mismo, para que los niños fueron considerados santos primero se presentó la defensa de la causa en Roma, y la supuesta bula para Tlaxcala. Se tuvo que defender con mayor ímpetu debido a que los niños no tenían milagros y no cumplían con algunos requisitos.
No obstante, al ser protomártires en Tlaxcala y en México, fue una determinante para su beatificación y su posterior canonización. Aún en el siglo XVI no son considerados mártires, ni santos.

Finalmente, Atlihuetzia fue una importante sede política y religiosa en la época prehispánica. Era paso obligado hacia la costa y el norte del estado. Por ello no es casualidad que el 3er. Convento Franciscano fuera fundado en este lugar.
Conventos que en su mayoría fuero edificados encima de los centros o sitios prehispánicos para comenzar la conversión de la religión en la península.
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