Tepeyanco, Tlax. Omar Curiel es originario del municipio de Tepeyanco, tiene 39 años y es productor de flor de cempasúchil. Sus abuelos, sus padres y ahora él junto con su esposa se dedican a este oficio que les apasiona.
Como medida precautoria por la pandemia de Covid-19, decidió que lo mejor para este año era sembrar sólo una hectárea de las dos que anualmente produce. Esto, con la esperanza de comercializar al menos un poco de flor.
Sin embargo, en entrevista cuenta que es muy triste para todos los productores de Tepeyanco ver las calles vacías, sin gente que acuda a comprar. Contrastando con los años anteriores.
Comentó que ya cuenta con una clientela fija. Pone su puesto en la entrada del municipio y no se da abasto con la venta. Sus principales consumidores son los revendedores de flor de cempasúchil que acuden a los panteones durante la festividad de Día de Muertos.
“Decidimos sembrar poco porque veníamos viendo cómo está la pandemia. Pero la verdad es que ninguno de los compradores ha venido. Estamos muy agüitados porque no hay nada de ventas”.
Señaló que no sembraron la flor conocida como terciopelo, la cual también es típica de estas festividades, porque es delicada y es más cara para trabajar.
Durante el resto del año, Omar Curiel se dedica a sembrar y comercializar tomate, calabaza, ejote, chícharo, cebolla, espinacas, cilantro y brócoli. Sin embargo, comentó que la temporada de flor de cempasúchil es la más bonita, la que más le gusta. No sólo porque es la que más le deja ganancias económicas, sino porque es algo que le apasiona.
“Esta temporada es la más bonita del año para nosotros como productores. Porque significa mucho para los mexicanos. Desde siempre nos apasiona sembrar la flor de cempasúchil; su aroma, la textura de sus pétalos”.
Señaló que además gracias a la venta de esta temporada tiene dinero seguro para poder compartir con su familia. “Gracias a dios la hemos acabado en años anteriores, de ahí tenemos para salir. De estas ganancias yo llevaba a mis hijos a la feria, salíamos a dar una vuelta. De ahí pues básicamente sabíamos que teníamos un dinerito seguro para poder compartir con la familia. Entonces por eso es la temporada más bonita, por las tradiciones y porque es la que nos da más”
En Tepeyanco son muchas las familias que se dedican a la producción de flor de cempasúchil. Omar mencionó que la situación es muy triste para todos. “La situación entre los vecinos la vemos mal. Lamentablemente aquí entre productores platicamos lo triste que está esto. Es muy diferente a muchos otros años. Aunque hay bastante flor que está muy barata, no hay clientela. Estamos viendo nuestras calles solas y estamos viéndonos unos a otros en nuestros negocios vacíos”.
Concluyó comentando que su esperanza ahora está en los hogares, esperan que familias acudan a comprar flor de cempasúchil y con las ganancias que obtengan invertir para la cosecha del próximo año. “Ojala la gente también se ponga la mano en el corazón por los productores”.