Totolac, Tlax. Al fondo del pasillo principal del panteón de San Juan Totolac pueden observarse cinco montículos de tierra. Encima de uno hay varias cubetas enterrada con varias flores. Hay un par llenas de cempasúchil. La tierra levantada se trata de fallecidos por Covid-19, finados que no alcanzaron un lugar digno en el panteón municipal.
«Ahora le tocó en el pasillo», es lo que le respondieron a una vecina que indagaba sobre el asunto y que contactó a Escenario Tlaxcala para denunciar lo que está sucediendo. De acuerdo con la señora, es la presidenta de comunidad, la profesora Oliva Conde, la encargada de otorgar los espacios en donde los familiares pueden dar sepultura a sus muertos en el panteón.
No obstante, debido a la contingencia sanitaria y a que la funcionaria se encuentra entre la población de riesgo dado que es una mujer de la tercera edad, está atendiendo desde su domicilio. «Te atiende desde una ventanita. ‘Vayan a buscar lugar en el panteón y me avisan si encontraron’, es lo que le grita a las personas», señaló molesta la señora.
Sobre la extensión pendiente del panteón
Recuerda que la gestión del espacio actual para el panteón municipal fue a finales de los años sesenta, y fue hasta los ochenta que comenzó a ocuparse. Lo rememora mientras comparte que el Ayuntamiento ya había asignado un terreno contiguo al predio donde se encuentro el cementerio actual para poder extender las plazas.
Sobre la razón del porqué no han ocupado aún ese espacio, la Presidencia ha considerado que antes de activarlo, el espacio requiere estar bardado. «Los muertos no van a estar esperando a que se barde», resume en lo que le parece lo más lógico.
Respecto a este último punto, es su mamá la que señala que lo más prudente es la cremación. Aunque las dos concluyen que será «difícil que la gente acceda porque entran en juego muchas cosas como las creencias y la religión.
Al respecto de esta medida, el Subsecretaria de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, eliminó desde abril la cremación como norma para el tratamiento de cuerpos luego de considerarla contraria a la Ley de Víctimas.
Para la denunciante, el Ayuntamiento se está tardando en habilitar la segunda parte del panteón pues luego de 40 años de haberse instalado en ese lugar, «es imposible que ahora para entrar a ver a nuestro difuntos, tengamos que esquivar montones de tierra con restos de otros finados».
No es la primera denuncia a la presidenta de comunidad
Las irregularidades en torno a los permisos para enterrar a los muertos en el panteón municipal no es la primera de las denuncias sobre a Oliva Conde. Durante la contingencia, también se le ha señalado por los vecinos de permitir la realización de fiestas y bailes.
También, se le imputa no realizar trabajos para arreglar las calles de la cabecera municipal, así como la entrega de obra pública en malas condiciones excusándose respecto a la calidad echándole la culpa a las constructoras que contrata la presidencia.
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