Sofía N., tras sufrir bullying en su escuela e inacción por parte de la SEPE-USET, ha tenido que dejar de estudiar. Tiene 7 años.
Acuamanala, Tlax. Este día, los padres de la menor Sofía N. ofrecieron una rueda de prensa para denunciar la omisión de la Secretaría de Educación Pública (SEPE) y de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHT) ante actos de violencia sufridos por su hija en la Escuela Rural Federal Cuauhtémoc, ubicada en la comunidad de Guadalupe Hidalgo en Acuamanala.
Durante la conferencia, los padres explicaron de manera cronológica, cómo es que Sofía N., desde 2022, ha sido víctima de bullying por parte de sus compañeros y autoridades escolares.
De acuerdo con la información que se emitió en la rueda de prensa, Sofía N. ingresó a la escuela en el ciclo escolar 2022-2023 a primer grado de primaria bajo la tutela de la maestra Gisela Sánchez Espinoza.
Desde el inicio, la docente mostró conductas inapropiadas, llamando «burros» a sus alumnos y evadiendo responsabilidades ante los primeros incidentes reportados.
Ante la negativa de la maestra a cambiar su comportamiento, los padres llevaron el caso al director Miguel Ángel Ordóñez, quien intervino, pero no implementó un protocolo adecuado para prevenir represalias.
Al iniciar segundo grado, nuevamente bajo la tutela de la misma maestra, Sofía N. comenzó a sufrir acoso físico y verbal de sus compañeros. A pesar de las múltiples quejas y solicitudes de intervención, la maestra Sánchez Espinoza minimizó los incidentes y propuso confrontaciones directas entre los niños, exacerbando la situación.
Los padres informaron que la falta de acción efectiva por parte de la escuela propició un ambiente de violencia y hostilidad en contra de Sofía N.
La violencia aumentó cuando, tras defender a un compañero con discapacidad, Sofía N. fue agredida con piedras por alumnos de cuarto grado. La respuesta de la escuela fue nuevamente inadecuada, con la maestra mostrando desinterés y evasividad, de acuerdo con la madre de la menor.
El caso de bullying continuó el pasado 18 de abril, cuando Sofía N. fue agredida por una compañera que le jaló el cabello y rompió su botella de agua. En esa situación, la intervención de la maestra no solo fue ineficaz, sino que además se burló de Sofía N. ante sus compañeros.
El 9 de mayo se llevó a cabo una reunión con padres, autoridades escolares y supervisores, donde se acordó retirar a la maestra Gisela Sánchez del grupo y designar a una ATP para dar clases en su lugar.
Sin embargo, el 14 de mayo, una nueva reunión con padres y autoridades revocó este acuerdo, reinstalando a la maestra y permitiendo solo la supervisión de sus clases.
Los padres indicaron que ha pasado más de un mes desde que presentaron la queja ante la Unidad de Género y Cultura de la Paz de la USET, la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Tlaxcala y la Procuraduría del Menor. A pesar de haber sostenido una reunión en USET donde se les aseguró una próxima solución, hasta la fecha no han recibido ninguna notificación ni acercamiento por parte de las instituciones mencionadas.
Finalmente, los padres de Sofia N. externaron que la maestra que violentó a su hija sigue al frente del grupo, mientras que Sofía N. tuvo que dejar la escuela por temor a sufrir más violencia, al rechazo ya los señalamientos hechos por compañeros y padres de familia.
Los padres concluyeron que las autoridades han enviado un mensaje claro: «los docentes son intocables», independientemente del daño y las faltas cometidas, el respaldo y apoyo estarán de su lado.
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