Todos Somos Teuchitlán
Teuchitlán, un nombre que alguna vez evocó la grandeza de una civilización ancestral, hoy se ha convertido en sinónimo de horror y abandono. El hallazgo del rancho Izaguirre, un campo de adiestramiento y exterminio operado por el crimen organizado, ha puesto en evidencia una realidad espantosa que afecta a todo el país: la impunidad. El dolor de las familias afectadas, la indiferencia de las autoridades y el sufrimiento de miles de víctimas son un recordatorio de que, en este rincón de Jalisco, la historia de los desaparecidos, la violencia y la complicidad de las instituciones sigue escrita con sangre. Teuchitlán ya no es solo un sitio arqueológico, es un grito de justicia que nos pertenece a todos.
El 5 de marzo, un grupo de madres buscadoras y habitantes de Guadalajara se unieron en un emotivo acto de exigencia de justicia por las víctimas de desapariciones forzadas y violencia en el estado.
Aquí parte de las voces y las razones por las que madres buscadoras y habitantes de Guadalajara acudieron a exigir justicia por las víctimas del sitio de exterminio localizado en Teuchitlán, Jalisco, el 5 de marzo.
Por: Darwin Franco/ Zona Docs