Facebook. Más que en cualquier otro momento, el uso de las tecnologías de la información y comunicación (TICs) se han vuelto un recurso indispensable para mantener actividades relacionadas a la economía en todas las escalas, pero también, frente al Covid-19, como herramientas para mantenerse en contacto con el otro.
Desde ese último lugar, es que las redes sociales han permitido conectar, empatizar y reconocer las diferentes muestras de humanidad alrededor de la pandemia de coronavirus. No obstante, no todo brilla en el mundo digital.
Eso lo sabe muy bien Alejandra Bueno, quien a principios de este mes se topó con una parte muy oscura y perversa del internet: El robo de su cuenta de Facebook para suplantar su identidad y así obtener datos personales de sus contactos.
¿En qué momento eres presa de un hackeo cibernético? ¿Se puede recuperar la información de una cuenta personal? ¿Facebook respalda a sus usuarios víctimas de delitos cibernéticos? ¿Cuánto tiempo tardan en dar con los agresores? ¿Qué hacen con la información personal que arrebatan?
Esas son solo algunas de las preguntas que se preguntó Ale, que luego de reflexionar sobre lo que le había pasado comenzó a atar cabos. Todo partió de querer sumar a una actividad altruista. O al menos eso fue lo que sabía.
El 2 de abril recibió un mensaje en su inbox de una conocida suya que le proponía participar en una campaña contra el Cáncer de Mama de un hospital de Alemania que ofrecía, además. un pago de $12,000 a cada participante, ¿Qué tenía que hacer? Simple, mandar fotografías suyas sin sostén y contestar un formulario.
La persona que la contactó era una amiga, de completa confianza, quien aseguraba que ya había hecho el proceso y había recibido su pago. Frente a un testimonio cercano y que validaba dicha propuesta, no había razones para tener reservas.
Quienes operan esta red de hackeo y suplantación de identidad ocupan a través de las relaciones personales de sus víctimas, revisando con quiénes comparten vínculos que se vuelven en ese momento puntos débiles y de entrada para esa actividad ilegal.
Quienes conocen a Alejandra Bueno, pueden decir de su persona que se trata de una mujer preparada y con amplio conocimiento en el terreno de la sexualidad. Sexóloga y docente en la materia en la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx), es una autoridad no solo para sus estudiantes, si no también para diferentes espacios de la sociedad civil y para medios de comunicación.
Escenario Tlaxcala ha conversado en diferentes oportunidades con ella sobre sexualidad en las prácticas y dinámicas tlaxcaltecas.
Era necesario hablar de tabúes sexuales tlaxcaltecas, conoce el panorama que nos dio Alejandra Bueno
Hacia arriba, Ale recibió el mensaje de una amiga de Tlaxcala que a su vez había sido contactada por una amiga también sexóloga que no estado. Hacia abajo, lamentablemente tiene conocimiento de 8 mujeres que bajo la misma confianza en su persona accedieron a compartir su información; sin embargo, han sido a más personas quienes han recibido de su perfil falso.
«Es lamentable la situación porque hay chicas que confiaron porque era mi perfil y además les cuadraba la información y enviaron fotos con la confianza de que se trataba de mí», comparte para Escenario Tlaxcala. Y agrega, «casi un 80% son mujeres, jóvenes, universitarias , sensibles al tema y que confían en mí, en mi trabajo y mi trayectoria».
Ale observa estos elementos pues se le hizo interesante dado que la temática le es conocida y sensible por su trabajo; además, la propuesta venía de una persona que habla de otra amiga, por lo que engancha. Además, «la posibilidad de apoyar a la causa del cáncer de mama y el pago suena atractivo», reconoce.
El modus operandi de estos delincuentes se fía además de tres elementos importantes. En primer lugar, plantean un proceso simple en el que las mujeres únicamente deben hacer el envío de sus fotografías, contactando a una mujer que deberán vía Facebook que también les indicará que deberán accesar a un formulario también al interior de la red social.
Nunca les aparece el supuesto formulario pues al intentar entrar les requieren iniciar sesión. En ese momento, están entregando sus accesos.
Todo sucede muy rápido, es justo el segundo elemento: Velocidad. Que se combina con el tercero, la apariencia, dado que contacto un perfil falso que aparentemente da la pinta de ser miembro de la entidad que organiza la dichosa campaña contra el cáncer de mama.
Para Ale, este perfil falso se identificaba como Alicia Vázquez. Pero cobra diferentes pseudónimos y con diferente apariencia en otros estados. Así lo documenta el medio de comunicación independiente Zona Docs, quien tiene registro de más de una docena de nombres como Andrea Sáizar Álvarez en Jalisco; y Ana Cecyl Buenrostro Reyes en Colima y Michocán, ubicando casos también en Ciudad de México y otras partes de América Latina reportados desde el mes de febrero.
En la clandestinidad y sin castigo es como operan estos delincuentes cibernéticos quienes se mantienen impunes frente a la serie de delitos cometidos a nivel nacional. Mientras tanto, las víctimas no encuentran institución o empresa que les respalde frente a sus agresores.
Un amigo le sugirió a Ale buscar a la Policía Cibernética para levantar una denuncia; sin embargo, no pudo hacerlo el mismo día en que se cometió el delito, pues el horario de atención de este departamento de seguridad es de 9 am a 5 pm y la agresión no entró en entre esas horas. Además, el trámite se debía hacer personal, por lo que al otro día acudió para poder abrir el procedimiento.
En este momento Ale platica que la Policía Cibernética tiene conocimiento de la problemática, ha abierto una carpeta de investigación y se encargan de dar seguimiento para obtener información de las víctimas que puedan ayudarlos a encontrar a los agresores. «Para mí si ha sido importante la participación y presencia de la Policía Cibernética en este caso», comparte.
Ale se siente vulnerable y desprotegida frente al robo de su identidad, de su información y de la de sus contactos, que le preocupa por ella pero también por las personas que la siguen y con las que tiene comunicación por entornos digitales.
Tampoco Facebook ha dado respuesta para mitigar el crecimiento de este delito pues frente a la usurpación de identidad y robo de datos, al cierre de cuentas denunciadas por los usuarios y sus contactos, como lo hizo Ale con una comunidad importante de contactos que la siguen en la red social, la empresa no hace nada para verificar y suspender cuentas falsas que se crean con su información
Frente a esto, las mujeres que han sido víctimas se han organizado a nivel nacional creando grupos de WhatsApp en donde comparten experiencias y mensajes de prevención que mueven con sus conocidas y conocidos; esto, también con la posiblidad de ampliar el rango que abarcan estos delincuentes.
«Se necesita difundir para que más personas se enteren del modus operandi y no caigan», cierra Ale
situación actual
Un perfil falso con el nombre Alejandra Bueno sigue activo y continúa mandando mensajes.
