Tlaxcala, Tlax.- “No comemos dinero, queremos que nuestro territorio esté libre de agronegocios, exploración petrolera, exploración minera, explotación maderera”, fueron parte de las exigencias de miembros de pueblos originarios y jóvenes activistas en la Conferencia de las Partes (COP 30), que tiene como sede Belém Do Pará, en la Amazonia.
Las diversas manifestaciones que han rodeado a la COP 30, no son producto de la espontaneidad, es el resultado de la devastación, extractivismo y violencia ambiental que enfrentan los pueblos originarios y comunidades tradicionales que, pese a sus esfuerzos en la defensa y cuidado de su territorio, específicamente de la Amazonia, son quienes enfrentan las consecuencias y efectos de las actividades industriales que persisten en su espacio.
La COP 3O es el órgano encargado de tomar las decisiones necesarias para implementar los compromisos asumidos por los países en la lucha contra el cambio climático. Está formada por 198 países que conforman la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. En medio de esas decisiones se ven envueltos intereses políticos, económicos y empresariales.
En la #COP30 deben establecerse mecanismos que garanticen la protección y participación activa de las personas defensoras del territorio, quienes desde sus comunidades construyen las soluciones reales frente a la #CrisisClimática.🌱
Proteger su seguridad y su trabajo no es… pic.twitter.com/AE2OPgTXVQ
— ProDESC (@ProDESC) November 19, 2025
Devastación socioambiental en Tlaxcala
Lo que está pasando en Belém Do Pará, no es lejano a lo que vivimos, enfrentamos y denunciamos en Tlaxcala, porque cada día la devastación de nuestro territorio se agudiza con la imposición de proyectos recientes como el Polo de Desarrollo en Huamantla, la Ciudad de la Juventud y el Ecoparque Tlalli- Malinche. Aunado a la imposición, la aprobación de cada uno de estos proyectos se justifica con supuestos beneficios para la población, el desarrollo, bienestar, crecimiento económico y generación de nuevos empleos.
🚨 Ah, con que una “encuesta ciudadana” para justificar a fuerza su Ciudad en el Parque de la Juventud.
🧐 Con preguntas tendenciosas, el gobierno quiere rehabilitar el parque de la Juventud para justificar 122 millones de pesos de inversión sin consulta real.
Hasta el momento,… pic.twitter.com/Dz1ydE2Cu3
— Escenario Tlaxcala (@escenariotlx) November 13, 2025
En las manifestaciones también han resonado demandas como la siguiente: “No pueden seguir apostando nuestro futuro para preservar sus ganancias, lo que necesitamos en este momento son soluciones reales lideradas por personas, lideradas por comunidades que pongan el bienestar de las personas, el planeta y los ecosistemas por encima de la protección de las ganancias, de las corporaciones y sus accionistas.”
Te recomendamos leer: Desaparición, feminicidio y trata: partes de un mismo problema
Como sucede en la COP y también en Tlaxcala, en los foros, convenciones, conferencias, etc., los gobiernos siempre hablan en nombre de las comunidades, de los afectados y de los desplazados por la devastación socioambiental, pero en el fondo los intereses económicos se han puesto por encima del bien común, del cuidado de las personas y de los ecosistemas.
Lo que pasa en la COP 30 pasa en Tlaxcala, de continuar así el cambio climático y la devastación socioambiental se agudizarán, nuestros bosques, agua, fauna, flora, suelo, saberes ancestrales y preservación de los pocos espacios que aún son libres de la contaminación, poco a poco se extinguirán. Pero los pueblos originarios nos mostraron en la COP 30 que la vida en su integralidad es más importante que la acumulación de ganancias y nos dan una lección importante: es necesario fortalecer la organización comunitaria para que nuestros pueblos y todo lo que hay en nuestros territorios sea respetado y pueda continuar existiendo.
Reyna Soledad Santiago Castillo

