Tlaxcala. Con la cuarentena, muchas plataformas digitales tuvieron su boom. La que más se apropió de la cámara en los celulares es TikTok. Se sabe que alrededor del mundo, cuenta con más de un billón de usuarios; y que el 20% de esa población son menores de veinte años. Para el caso de México se calcula que más de 25 millones de mexicanos tienen una cuenta en TikTok; la mayoría de usuarios son menores de entre trece y dieciocho años.
A pesar de que TikTok es una red social que tiene ciertas restricciones en la seguridad de sus usuarios, no han sido suficientes para que menores puedan ser víctimas de pornografía infantil. De acuerdo con datos de la Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, existen cuentas falsas que se hacen pasar por actores para obtener las fotografías íntimas de menores de edad y robar datos personales.
Hace unos días, llegó a la redacción de Escenario Tlaxcala el caso de un menor del municipio de Zacatelco, quien por cuestiones de seguridad no revelaremos ni su identidad ni el de su familia. Su madre expone que su hijo, de 11 años, a través de diversos mensajes por WhatsApp tenía contacto con supuestas mujeres, mucho mayores que él y residentes de otros países.
«Cuando inició la pandemia, nos vimos en la necesidad de comprarle un celular a nuestro hijo para que pudiera contactarse con sus maestros por cuestiones de tareas y avisos de la escuela vía WhatsApp; a pesar de que como sus padres tenemos el control de las aplicaciones que utiliza, jamás nos percatamos de la situación que estábamos viviendo. Sabíamos que era totalmente normal que los niños de 12 años pasaran a la pubertad; por lo que no nos pareció extraño que quisiera su privacidad en cuanto a la comunicación que entablaba con su círculo de amistades. Sin embargo, después de que se aislara por completo de nosotros, empezamos a ser más exigentes en cuanto al uso del celular, pues también había bajado su rendimiento en la escuela».
Para ese momento, el menor ya había entablado conversaciones con aquellas personas por más de un mes. Nunca se intentó invadir su privacidad.
«En agosto, que recién iniciaban los cursos escolares, le pedí el celular para revisar los avisos de los profesores. Me lo negó. Por supuesto que no fue pregunta, sino una indicación; por lo que el celular quedó castigado y fue cuando me percaté de que el celular estaba lleno de contraseñas; sin embargo, pude desbloquearlo porque teníamos en control desde la cuenta de Google»
Cuando su mamá entró a WhatsApp se dio cuenta de que su hijo tenía conversaciones con mujeres extranjeras mucho más grandes que él; en donde le preguntaban si quería ser amigo de ellas. Durante las conversaciones ellas o ellos empezaron a ganarse la confianza del menor. Le preguntaban qué hacía, quiénes vivían con él, a dónde iba a de vacaciones, si tenía hermanos, que cómo se trasladaba de un lugar a otro, quién lo acompañaba a diversos lugares. Preguntas muy privadas que no cualquier amigo de esa edad hace.
Te puede interesar: Lee Completo El Diagnóstico De Violencia Digital En Tlaxcala De Cyber Pink
La mamá del menor nos informó que para no invadir su espacio y vulnerar su privacidad, decidieron platicar con él para que conociera los riesgos; al mismo tiempo para preguntarle de dónde había obtenido esos números o cómo fue el enlace; sin embargo el menor nunca respondió a la procedencia de esas comunicaciones. Sin embargo, las aplicaciones que más utilizaba eran TikTok y el video juego FreeFire.
«Como no quisimos hostigarlo por la situación que evidentemente le estaba afectando decidimos no presionarlo; sin embargo decidimos eliminar WhatsApp y TikTok de su celular; a sabiendas de que ahorita tenemos mayor control sobre lo que realiza en el teléfono. También le advertimos que si algún miembro de su círculo le había mandado los contactos, lo mejor era platicar de los riesgos que también estaba atravesando. Aunque no levantamos ninguna demanda, ni le dimos seguimiento a los números, nos parece importante que los papás sepan qué contenidos están consumiendo sus hijos, porque este caso fue solo el inicio de algo que pudimos haber lamentado».
Grooming: Nueva forma de chantajear a menores
Para poder tener mayor información respecto a estos casos, entrevistamos a Diana Morales, miembro del Colectivo Cyber Pink aquí en Tlaxcala. Nos comentó que este tipo de casos en TikTok y otras redes sociales son conocidos como grooming y consiste en que personas adultas se hagan pasar por amigos de los menores para ganarse su confianza y después acosarlos o controlarlos emocionalmente y chantajearlos con fines sexuales; y aunque en Tlaxcala no ha habido ninguna denuncia de ese tipo, son cosas que sí están pasando en la sociedad tlaxcalteca; pero que no son habladas por lo que se ha invisibilizado en las áreas gubernamentales.
Aunque el algoritmo de TikTok ha realizado cambios para evitar este tipo de casos; Diana Morales nos compartió que diversos colectivos que se dedican al estudio del grooming en México han encontrado que el contenido para niños y niñas en esta plataforma los sigue vulnerando; pues uno de cada veinte videos que se ofrecen a este sector no corresponden al de su edad; por lo que es muy difícil de controlar qué es lo que ven los menores.
Controlar lo que ve cada menor es muy complicado; ya que no sabemos qué van a subir los demás y porque los menores buscan la manera de encontrar contenido que no corresponde a su edad; tampoco podemos recogerles el celular o la computadora porque no podemos ir en contra de la realidad en la que viven. Lo mejor que podemos hacer es prevenir este tipo de casos, hablando con los niños y niñas sobre los riesgos del internet; porqué es importante no compartir información privada, controlar el tiempo que los menores están en sus dispositivos, revisar los celulares y como adultos poner el ejemplo de no usar el celular mientras haya espacios en donde se debe convivir.
Diana nos comentó que en Tlaxcala el seguimiento de este tipos de casos ha sido difícil; en primer lugar porque la Policía Cibernética de Tlaxcala no ha desarrollado protocolos y estrategias necesarias que atienda esta forma de violencia digital. Además de que el trabajar con menores es muy complicado pues el proceso llega a revictimizarlos y suele ser muy invasivo para su edad; razón por la que los padres también no dan seguimiento.