Nueva York. Juan Carlos Rodríguez, es originario del barrio de Xolalpan, ubicado en San Francisco Tetlanohcan; hace 18 años se fue a Estados Unidos en busca de una mejor vida; poco a poco fue encontrando un camino como chef; y el año pasado ganó el 4to lugar en un concurso de comida francesa; sin embargo, la pandemia por el Covid-19 desestabilizó varios factores en su vida; pero la comunidad tlaxcalteca en Nueva York se ha solidarizado con todos los paisanos afectados.
El comienzo de la trayectoria de Juan
Empezó a trabajar como lavaplatos, también fue repartidor; asegura que Estados Unidos es un país que brinda muchas oportunidades y depende de cada persona si las aprovecha o no; su sueño siempre fue ser cocinero. “Llegué aquí a los 15 años a alcanzar a mi papá. Salí del pueblo un jueves en la madrugada, llegué a la frontera el viernes, el domingo mi papá me recogió en Nueva York, y el lunes ya estábamos comenzando a trabajar; no he parado de hacerlo desde aquel día”.
Premios y reconocimientos
Tras conocer a un chef italiano que lo inició en la cocina; e influenciarse mucho del Master Chef, Pierre Landet; poco a poco, Juan Carlos se abrió un camino en ese rubro hasta ganar un primer lugar de cocina francesa; en la categoría de platillo creativo en 2017; posteriormente el cuarto lugar en un concurso organizado por el Consulado Francés en 2019.
Nunca se imaginó que Estados Unidos, con la pandemia por el Covid-19; pasara un tiempo de frustración y desesperación. “En el restaurante donde estoy, íbamos como en un avión que empieza el vuelo y va subiendo; sentíamos que estábamos en el aire tranquilamente, iba bien el negocio, los patrones contentos, yo satisfecho, los meseros y todo mundo haciendo su plata”.
¿Cómo afectó la pandemia esta pandemia?
Después del 14 de febrero comenzaron a bajar sus ventas. “Después, fue como un aguacero, todo se fue para abajo; veíamos que en Europa las cosas estaban complicadas; pensamos que si nos tocaba a nosotros sería como cuando se cayeron las Torres Gemelas que se paralizó la ciudad, que no duraría más de quince días o un mes; pero fue muy sorprendente porque uno nunca piensa que un país que es potencia mundial se quede estancado”. Aunque abrieron el pasado 7 de julio el restaurante, de 20 empleados, ahora sólo son ocho.
Durante cuatro meses de confinamiento, Juan Carlos, por su situación migratoria no recibió su salario ni algún apoyo; sin embargo, entiende que la situación fue complicada hasta para sus empleadores. “Afortunadamente mi esposa ha sido muy buena administradora, y vivimos de nuestros ahorros”.
Su primer caso confirmado de Covid-19
En el departamento que renta por 2 ,200 dólares; viven él, su esposa, su papá, su cuñada, su concuño y sus hijos; sospechan que casi todos en diferentes momentos tuvieron Covid-19. “Mi concuño se enfermó primero; estuvo muy grave por tres meses, estuvo intubado; e incluso tuvieron que usar las panchas para regresarlo a la vida; al principio lo mantuvimos como una gripa normal y lo aislamos, pero se complicó cada vez más decía: que sentía que la cabeza se le reventaba cuando tosía, decidimos llevarlo al hospital; pero el taxista nos negó el servicio porque lo vio muy grave, por lo que tuvo que ir una ambulancia y pasó la noche ahí, porque no hubo cupo en el hospital, estuvo intubado, y pese a los malos pronósticos, salió adelante”.
Afrontar el Covid-19
Su esposa, su papá y él, también se enfermaron, todos se recuperaron en casa. “Tuve un dolor muy fuerte en los ojos, pero uso mucho el poder de la mente, tengo que estar bien para sacar adelante a mi familia, como todos estaban enfermos yo hacía todas las tareas del hogar; no queda de otra, no podemos darnos por vencido; no cruzamos la frontera para que una enfermedad nos venga a acabar, afortunadamente toda mi familia salió adelante”.
La comunidad tlaxcalteca en New York
Asimismo, señaló, que la comunidad tlaxcalteca en Nueva York se ha mostrado muy empática con los afectados por el Covid-19; mandan despensas a los domicilios y aportan apoyos económicos, “Mucha gente me ha dicho que yo siempre he sido bondadoso, igual, agradecido con Dios, todo lo bueno que haces regresa a ti, y me gusta mucho que la gente de Tlaxcala aunque no te conozcan de allá, acá somos muy unidos, incluso se han organizado para ayudar económicamente a las personas que han perdido un familiar”.
Por último, señaló que seguirá trabajando hasta cumplir su más grande sueño, tener su propio restaurante de comida mexicana y tlaxcalteca, además mencionó que el mayor consejo que le ha dejado la pandemia y que le gustaría compartir con todos sus paisanos en Estados Unidos, es que “nunca se sabe cuándo será el último abrazo o beso, o incluso el último día, por eso siempre hay que hacer lo que nos hace felices”.
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