Tlaxcala, Tlax.— Este 22 de noviembre a las 12:00 horas Lety V inaugurará la exposición Ojo de Agua en Munive Arte Contemporáneo. Esta propuesta pone en diálogo identidad, territorio y afectividad desde una mirada situada en Tabasco. Con la curaduría de Miguel Méndez se presentará una serie de fotografías, retratos y la proyección de un video inédito que marca un punto de inflexión dentro de un proceso creativo e investigativo desarrollado durante más de un año.

Fotografía de moda en la construcción de una identidad tabasqueña
Originaria del sur de Tabasco, Lety V se describe como una artista visual que ha trabajado la fotografía como un medio de investigación. Desde la fenomenología ha reconstruido experiencias que se manifiestan en retratos de la vida cotidiana. Para ella, todo lo que atraviesa su día a día encuentra una forma en la imagen.
Su principal fuente de inspiración son las experiencias cotidianas y la manera en que las personas se relacionan con su propio contexto. Dentro de sus líneas de investigación, la afectividad funciona como un eje que genera vínculos entre sujetos, cuerpos y los lugares que habitamos.

Para ella, la fotografía de moda se convierte en una base híbrida, una técnica que le permite resignificar símbolos cotidianos y abrir nuevos horizontes dentro de su investigación.
En esta misma línea, la vestimenta y la indumentaria se vuelven un puente entre identidad y realidad. Su proyecto ofrece una mirada a la vida de la población tabasqueña y, en cada fotografía, visibiliza el vestir de los trabajadores petroleros, una actividad que ha marcado profundamente la identidad obrera. Esta afinidad adquiere un papel central dentro de la presentación.
Para la artista, Tabasco aparece como una especie de cápsula del tiempo debido a su geografía insular y a los cambios abruptos que trajo la explotación petrolera. El imaginario colectivo, el desarrollo de una industria moderna y la memoria de los años ochenta atraviesan su obra y se sedimentan como capas de un río.
Ojo de agua: significados y nuevas líneas
En este contexto, Ojo de Agua no solo remite al yacimiento natural que brota de la tierra. También juega con una idea que entrelaza identidad, naturaleza y arte. Cada imagen reconstruye fragmentos de la memoria colectiva.
«se llama Ojo de Agua porque cuando estás en un cuerpo de agua, una laguna, un lago, no sabes exactamente de dónde viene el agua. Sabes que hay un ojo de agua porque se puede sentir», manifiesta.
Ese imaginario avanza como un sedimento río tras río y deja rastros que permiten leer la vida cotidiana. Su mirada, reconoce, está profundamente marcada por el espacio en el que creció. Tabasco representa una tensión constante entre los espacios rurales y la bonanza petrolera.
Para ella, los años ochenta forman un punto de inflexión visible en el arte y en la poesía. En este camino destaca a Carlos Pellicer, poeta tabasqueño, quien retrató la exuberancia del territorio, enalteció la figura del jaguar y creó un mito que aún permea en la identidad tabasqueña.
Un paisaje que converge
Este mismo desarrollo industrial ha dejado huellas visibles del deterioro ambiental. Para la artista, crecer en un ambiente húmedo, caluroso y verde forma parte de su identidad visual, aunque ahora ese verde está siendo talado y dañado por la explotación petrolera. El edén del que tanto se habla es hoy un paisaje que cambia y que ya le corresponde de otra manera.
Desde esta reflexión surge la pregunta sobre qué elementos pueden rescatarse de los ríos contaminados y cuáles permanecen en el imaginario colectivo para ser resignificados. Considera que no es necesario recurrir a símbolos tradicionales como una planta de cacao en barro si una imagen puede expresar de forma más directa el paisaje inmediato.

¿Qué sigue para Lety V después de esta exposición?
Para Lety V es importante continuar trabajando después de esta exposición, en especial en una pieza titulada Soñé con el Edén, presente en esta muestra, que representa una nueva etapa en su producción. También busca acercarse al performance y al foto performance, donde recrea a una embajadora de Tabasco para explorar el peso simbólico de la flor de oro y el imaginario que se construye alrededor de esta figura.
A través de este performance analiza los discursos que rodean a la flor de oro, las disidencias y grupos sociales que quedan fuera del canon hegemónico y la manera en que esta performatividad folclórica persiste y la atraviesa. Su objetivo es cuestionar qué elementos convergen en la personalidad y la identidad, y cómo el aparato ideológico del Estado celebra a la mujer morena mientras al mismo tiempo media, transforma y regula los cuerpos de las mujeres que representa.
No te puedes perder esta obra que estará expuesta hasta el 16 de enero en Munive Arte Contemporáneo, una experiencia que seguramente te hará mirar de otra manera la forma en que habitamos y nos vinculamos con el territorio que nos rodea.
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