Adrián Márquez Pérez ha reivindicado su sexualidad desde la década de los 70, su experiencia demuestra que la aceptación de la diversidad e identidades sexuales aún les queda camino por recorrer.
Tlaxcala, Tlx. En el marco del mes del orgullo LGBTQI+, la Secretaría de Cultura otorgó la presea al bailarín Adrián Márquez Pérez Y Pérez por haber compartido el escenario con famosas vedettes en la década de los 70, sin embargo, su trabajo también ha consistido en luchar contra la homofobia así como con las distintas formas de discriminación y violencia para estas poblaciones que aún persisten en México
Adrián Márquez nació en 1958 en Tlaxcala, desde muy pequeño empezó a cuestionar su sexualidad, pero no contaba con las herramientas ni con personas de confianza para compartir lo que estaba viviendo:
«En segundo año de primaria me doy cuenta de que me gustaban los niños y no las niñas. Me llamaba la atención que ya veía muy precisamente quién de mis compañeros era el más bonito, el regular, el feo. Sí veían a las niñas, pero no me enfocaba específicamente en ellas. Veía a mis compañeros que luego les hacían bromas, las abrazaban, las besaban, les levantaban el vestido, cosas así. yo nunca hice algo así y yo decía, «Bueno, pero ¿por qué no?» Solamente me preguntaba, pero nunca tuve respuesta. fue difícil comentárselo a alguien»
Tuvo que vivir en silencio y con temor las dudas sobre su orientación sexual, pues veía cómo sus compañeros le hacían bullying a otras personas que abiertamente se comportaban «más afeminados». De acuerdo con Uriel Mena (2017), vivir en silencio el bullying, es una de las formas en las que las personas viven el rechazo. Y es que el machismo es parte de la cotidianidad de los niños, por lo que externar sus dudas resulta difícil.
Para el estado de Tlaxcala, el respeto hacia la orientación sexual sigue siendo un problema social que discrimina y estereotipa las formas de vivir, pensar y ser de las personas que pertenecen a la comunidad LGBTI+. Pues de acuerdo con la encuesta de la firma Enkoll para EL PAÍS y W Radio, el 70% de los entrevistados cree que el rechazo social debido a la preferencia sexual es el mayor problema que afronta la comunidad LGBTQI+ en sus vidas cotidianas.

En ese silencio y rechazo, Adrián vivió muchos años hasta que viajó al anteriormente llamado Distrito Federal (ahora Ciudad de México), donde tuvo mayor confianza en él y las personas que lo rodeaban. Y fue hasta que un compañero de trabajo, lo invitó a salir, que comenzó a conocer la ciudad.
«No tuve la valentía de reconocer o incluso salir de esto que se llama el closet hasta la universidad»
Fue en el Distrito Federal donde amplió su panorama de amistades que atravesaban la misma situación y que con ellos pudo mostrarse tal cuál es.
«Entre todos nos cuidábamos»
Adrián Márquez recuerda que durante su estadía en la Ciudad de México perteneció a un grupo de amigos que entre ellos se cuidaban al ser rechazados por sus padres e incluso en algunos casos vivir violencia física.
«Entre todos nos apoyábamos. (…) No había algunas situaciones que yo he visto ahora. Esa cuestión de envidia de por qué él es más o por qué hace esto ahora lo vamos a hacer nosotros. No, en aquel entonces nosotros nos cuidábamos, nos apoyábamos».
La Ciudad de México fue el lugar donde se concentraron los espacios de encuentro para la comunidad, allí junto a sus amigos acudió a la primera marcha LGBTQI+ en México, que buscaba el respeto al rechazo social, la violencia y la falta de información que se vivía -y aún se vive- sobre la diversidad sexual en nuestro país.
Y fue en esa marcha que irónicamente volvió a vivir violencia por parte de unos policías.
«Una patrulla nos subió y nos llevó a una colonia un poco aislada del centro. Y entonces, dicen, «Bueno, pues aquí nos van a dejar todo lo que tienen, entonces nos golpean. Nos dirigimos a la delegación y cuando llegamos y comentamos lo que pasaba, nos respondieron: ¿Cómo que vienen a demandar a la ley? ¿Cuándo cuándo se ha visto que a la ley se le demanda? Ustedes son los que provocan».
Recordó que las marchas que se hacían en la Ciudad de México terminaban con fallecimientos de amigos y comunidad. Durante este panorama, ya entrada la década de los noventas se presentaron los primeros casos de VIH en México; además, la información era escasa y la apertura para hablar de este tema era nula.
«Fue muy impactante, pero no por la situación de la enfermedad, sino por el efecto y el final. Empezamos por informarnos, había que tener mucho cuidado. El problema fuerte es decían que era en la comunidad gay, aun cuando no era así. Nosotros nos enteramos y sabíamos que habían chicas, pero no lo hablaban».
Nos vas a contagiar por tus puterías: Lucha contra la homofobia
Uno de los estereotipos que vive la gente de la comunidad LGBTQI+ es la del VIH. Pues de acuerdo con el Dr. Guillermo Soberón, se identificó el agente causal a raíz de varios estudios entre hombres homosexuales y bisexuales en 1983. Sin embargo, a pesar de la falta de información, el apoyo entre la comunidad en la que pertenecía Adrián era igualitaria. Y la discriminación social por vincular a la comunidad con el VIH los unió aún más desde el auto cuidado sin distinción de color o clase.
«Todos empezamos a hacernos la prueba. para ver en qué condiciones estábamos. Y lo hacíamos cada 6 meses»
Para Adrián, el mundo en general ha perdido el romanticismo en las amistades, en la familia, en las parejas. Él percibe que ahora pareciera que todo es momentáneo o una especie de trato en donde se busca obtener algo a cambio de lo que se da. Eso es lo que ha cambiado, con el tiempo las acciones que se perciben como románticas se reducen a interacciones idealistas en redes sociales.
Adrián compartió sobre lo que ha implicado sus relaciones de pareja y cómo lo han construido a la persona que ahora es.
«Mi relación de pareja han sido de años. Y lo único que me ha separado de ellos, ha sido la muerte. (…) La que menos ha durado ha sido de 6 años 7 meses»
«Yo salí con un naval, me enseñó mucho. Fueron 11 años de pareja y me enseñó de la vida. Él me orientó, me explicó, me dijo ¿Cómo quieres verte en tanto tiempo. ¿Quién quieres ser en tanto tiempo? ¿Cómo quieres que la gente te catalogue en tanto tiempo?, Y lo hizo desde el amor».
Compartió también que de sus cuatro relaciones, con todos hubo plan de casarse y le dieron el anillo de compromiso.

Entender a las comunidades desde la calidez
Para Adrián salir del clóset ya no es el principal problema en el núcleo familiar. Sin embargo nota la violencia y rechazo que aún viven las personas de la comunidad, pues la sociedad vive sin aceptar otras realidades. A eso se le suma la desinformación sobre la sexualidad y el alto consumo de la pornografía con la llegada del internet.
«Me daba un poco de tristeza ver que cuando se vieron muy de moda los café internet veía que los niños veían pornografía, y yo decía Bueno, ¿por qué adelantar? Y por qué la empresa no pone ciertos candados para que evitaran confundirse. A finales del siglo XX, si ibas a una plaza veías películas VHS y Beta o estas paradas con toda la pornografía».
Adrián Márquez vivió gran parte de su vida en la Ciudad de México, incursionó en la danza folklórica y clásica, lo que le permitió compartir escenario con estrellas vedettes en la década de los 80 como Olga Breeskin, Ninon Sevilla, por mencionar algunas; hasta que tras un accidente en el escenario, ya no pudo continuar con su carrera artística en la danza.
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Actualmente Adrián continúa viviendo con el orgullo de ser quien es y luchar por reconocer socialmente la diversidad sexual. Adrián es una de las voces que rememoran los hechos violentos, situaciones y contextos que las personas de la comunidad LGBTQI+ vivieron y continúan viviendo.
