Nezahualcóyotl y Calpulalpan Por: Edilberto Mendieta García.
Miembro de la Sociedad de Historia, Educación y Cultura de Tlaxcala
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La vida temprana de Nezahualcóyotl, hoy conocido como el rey poeta y sabio nahuatlato, fue llena de miedo y en ocasiones de desesperanza. En su momento el poderoso señor de Azcapotzalco: Tezozómoc mandó asesinar a su padre Ixtlilxóchitl y tomó la ciudad de Texcoco, así pues se vio forzado a escapar, padeciendo una serie de desventuras hasta que le concedieron permiso de habitar en Tenochtitlan unos años con cierta paz. En 1426 Maxtla, hijo de Tezozómoc, se hizo del señorío de Azcapotzalco y nuevamente Nezahualcóyotl debió huir para salvar su vida. En este nuevo peregrinar al hijo de Ixtlilxóchitl se le fueron sumando simpatizantes y leales súbditos hasta que llegó a Calpulalpan.
Calpulalpan fue una zona muy importante desde épocas antiguas, ya que estuvo inmersa en las rutas comerciales teotihuacanas que se comunicaban hacia el oriente. En un sitio denominado Las Colinas, se encontró una tumba de un importante señor de alto rango teotihuacano ahí enterrado (Von Winning, Gutiérrez, 1996: 20). Para los siglos XIV al XVI, Calpulalpan era parte del señorío de Texcoco, si bien no se conoce que haya tenido algún gobernante, los nobles texcocanos disponían de la tierra según su conveniencia: Techatlalatzin permitió el asentamiento de grupos otomíes que huían de la expansión tepaneca de Azcapotzalco en dos sitios de Calpulalpan: Yahualiuhcan y Mazaapan antes de 1399 (Carrasco, 1996: 228); y en el siglo XV Nezahualcóyotl permitió el acceso a sementeras calpulalpenses a los habitantes de su ciudad capital.
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Por tanto, el Calpulalpan del siglo XV abarcó los actuales municipios de Calpulalpan, Nanacamilpa de Mariano Arista, Benito Juárez y la parte norte de Sanctórum de Lázaro Cárdenas, y su frontera eran las tierras otomíes de Hueyotlipan y el sitio de Atzatzacuala (Hoy Españita). Por lo que se conoce de las fuentes históricas, las comunidades más importantes eran el propio Calpulalpan, más Yahualiuhcan (posiblemente ubicado entre La Soledad y Santa Isabel Mixtitlan), Mazaapan (San Antonio Mazapa), Zoltepec-Tecoaque (San Felipe Sultepec) y Zacatzontitlan (probablemente San Cristóbal Zacacalco). Por tanto, al ser parte del señorío de Texcoco, y sin tener un gobernante o tecuhtli de gran relevancia, permite entender que esta región estaba directamente gobernada por los señores texcocanos, y la lealtad de sus habitantes a la dinastía de Nezahualcóyotl era fuerte, por ende el noble poeta se sentiría seguro al asentarse ahí para fraguar su plan de reconquista y así derrotar al agresivo Maxtla.
Según el cronista Fernando de Alva Ixtlilxóchitl (2001: 126-127), el joven príncipe Nezahualcóyotl, huyendo del acoso de Maxtla, llegó a Calpulalpan (finales de 1427 e inicio de 1428), y despachó emisarios a Huexotzinco y a Tlaxcallan para invitar a sus soberanos a que se le sumaran a su causa. Años atrás, estos mismos señoríos le habían acogido cuando escapaba de las huestes de Tezozómoc; además la familia real texcocana estaba emparentada con estas casas reales. Nezahualcóyotl anduvo en Yahualiuhcan y Cuauhtépec (sitio fronterizo con Tlaxcala), posteriormente volvió a Calpulalpan donde recibió a los comisionados de Huexotzinco y de Tlaxcallan que le comunicaron buenas noticias, le habían de apoyar en su arriesgada empresa. Las habilidades políticas de Nezahualcóyotl rindieron frutos, pero el príncipe no se confió, envió otros embajadores a Zacatlan, Tototepec, Tepeapolco y Zempoallan para que más nobles se uniesen a su causa. Calpulalpan se convirtió en su cuartel principal. Días después, el príncipe texcocano en Zoltepec, logró convencer a emisarios de Chalco para que se le adhiriesen a su partido. Además ya había conseguido el apoyo de los belicosos mexicas tras alcanzar importantes acuerdos con Itzcóatl. Así fue como se conformó un gran ejército, para 1428 la ciudad de Texcoco fue recuperada, luego la orgullosa Azcapotzalco fue arrasada y la suerte final de Maxtla, según Alva Ixtlilxóchitl (2001: 136), fue trágica, su corazón fue extraído por el mismísimo Nezahualcóyotl.
Una vez constituido el Excan Tlatoloyan o la Triple Alianza, Calpulalpan y su región prosiguió como parte del señorío de Texcoco, siendo frontera con Tlaxcallan. Después de 1430, Nezahualcóyotl ordenó que los tributos de los habitantes de Yahualiuhcan, Mazaapan y Calpulalpan, fueran destinados para el mantenimiento de la “Recámara del Rey”, es decir, los productos que se recogían de la región se intercambiaron con otros objetos necesarios para la comodidad del tlatoani texcocano. Para 1450, Calpulalpan se volvió un sitio de importancia militar, posiblemente asentó una guarnición, ya que en sus fronteras se desarrollaron las xochiyáotl o guerras floridas.
Y es así como, grosso modo, se expuso la vinculación que tuvo el notable señor de Texcoco Nezahualcóyotl, con esta parte del Estado de Tlaxcala. Recientemente (en 2016) el Ayuntamiento de Calpulalpan erigió una estatua al gobernante poeta, y sin duda, es un buen homenaje que esta tierra (que le fue sumamente fiel) le puede ofrecer.
Bibliografía
Alva Ixtlilxóchitl, Fernando de, Historia de la Nación chichimeca, edición y estudio introductorio de Germán Vázquez, Madrid, Promolibro, 2001 (Crónicas de América, 9).
Castañeda de la Paz, “Azcapotzalco, Tenochtitlan y Tlacopan”, en Arqueología Mexicana, vol. XXIII núm. 136, noviembre-diciembre 2015, p. 65-71.
Carrasco, Pedro, Estructura político-territorial del Imperio tenochca. La Triple Alianza de Tenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopan, México, Fondo de Cultura Económica, 1996.
Martínez, José Luis, “Nezahualcóyotl ‘Coyote Hambriento? (1402-1472)”, en Arqueología Mexicana, vol. X núm. 58, noviembre-diciembre 2002, p. 60-64.
Santamarina, Carlos, “Tezozómoc y Tenochtitlan”, en Arqueología Mexicana, vol. XXIII núm. 136, noviembre-diciembre 2015, p. 60-64.
Von Winning, Hasso, Nelly Gutiérrez Solana, La iconografía de la cerámica de Río Blanco, Veracruz, México, Instituto de Investigaciones Estéticas-Universidad Nacional Autónoma de México, 1996.